Según trabajadores y dirigentes sindicales, la decisión de las empresas cerealeras de enfrentar el cese de actividades es inédita. Se basa en el convencimiento que tienen de que la medida de fuerza no se justifica en reclamos concretos valederos. Tan es así que ayer la Unión de Recibidores de Granos y Anexos (Urgara) levantó el paro que había lanzado en los puertos agroexportadores desde Quequén al Gran Rosario, pero la CGT San Lorenzo mantuvo su medida de fuerza en solidaridad con ese conflicto.
Ante una consulta de La Nación, exportadores admitieron que llamó la atención de las empresas cerealeras "que aunque la CGT representa a todos los sectores, el paro afecta sólo a las terminales portuarias. Entre los argumentos para sostener el paro figuran el acompañamiento a los trabajadores de la Papelera Andino, la no reincorporación de un trabajador a una planta aceitera, y que las terminales portuarias no aceptan aumentar las tarifas en dólares".
Con estos argumentos, las empresas agroexportadoras resolvieron esta mañana salir a enfrentar a la Cooperativa de Trabajadores Portuarios de Puerto San Martín, que lidera Herme Juárez, a la que acusan de impulsar la medida de fuerza de la CGT para presionar por una actualización de las tarifas de estiba pactadas en dólares.
Los puertos volvieron progresivamente a la actividad prescindiendo del servicio de estiba que tienen delegado en exclusividad con la Cooperativa de Trabajadores Portuarios y contratando a terceros el servicio de pala, necesario para la carga y descarga de buques..