Puede sonar curioso, pero, de un tiempo a esta parte, el arma más importante en ataque del equipo de Alfaro no son los misiles que dispara Benedetto, ni la clase de Ortiz, sino la cabeza de Lisandro López. El zaguero, que tiene futuro inminente de fútbol europeo, se vistió dos veces de número 9 y anotó los dos primeros goles de su equipo a los 2 y 34 minutos de la primera parte.
Tigre, pese a esos dos descuidos defensivos, hizo un buen primer tiempo y durante el primer cuarto de hora pasó por encima a su rival y le generó no menos de cinco jugadas netas de gol. A los 17, lo empató Federico Santander, al aprovechar un rebote de Campestrini luego de un remate de Gastón Díaz.
En el complemento, el equipo de Gorosito se adelantó unos metros en el campo y lo debió empatar pronto, pero Luis Álvarez lo privó de un penalazo al no sancionar una mano evidente de Damián Pérez, que evitó un gol. Diez más tarde, empardó Diego Ftacla, tras definir cruzado luego de un gran pase de Pérez García.
Sobre el final, cuando pasaba poco y nada, Diego Braghieri se vistió de héroe y decretó el 3-2, luego de un centro atrás de Benedetto. Fue tal vez un premio excesivo para los del Viaducto, pero poco importa eso en Sarandí, consigna TyC Sports.
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