Tras el crimen de Sigot, la Policía logró la detención de Antonio Gómez Urbine Olivera, pero la búsqueda de su cómplice Carmelo López Martínez duró años, ya que se había escapado al Paraguay. Durante este lapso el único detenido esperaba el juicio, pero en marzo de 2009 fue protagonista de un grave incidente, cuando tomó de rehén a un guardia de la Unidad Penal Nº 4, donde estaba alojado.
Según informó Uno, luego de este incidente, Urbine fue llevado a la Jefatura policial de Villaguay, donde se suicidó. A este suceso se sumó la muerte por enfermedad de la pareja de Urbine, que era la última persona que sabía lo ocurrido y era un testigo vital para llevar a una condena a Martínez.
Todo se complicó seriamente para los familiares de Sigot, que sólo vieron una luz de esperanza al encontrar al prófugo en el Paraguay, donde fueron junto a un abogado que los representaba.
En ese viaje se cometieron varios errores durante lo actuado, ya que el letrado no habría tomado los recaudos necesarios para tener testimonios válidos para confirmar lo que Martínez contó al ser encontrado, nada menos que todo lo que pasó el día del crimen.
Así se llegó al juicio en mayo de este año, sólo con dichos que no tenían sustento legal, por lo que la Cámara debió absolver al acusado por la falta de mérito, lo que ofuscó a la familia.
El recurso de casación fue presentado por Pablo Seró en representación de la familia Sigot, pero el 11 de agosto, desde la Sala de Procedimientos Constitucionales y Penal del STJER, se envió el oficio remitiendo las actuaciones y no haciendo lugar al recurso de casación, donde se solicitaba la reapertura del debate, ofreciendo nuevas pruebas, considerándose que este fue presentado fuera de termino, destacando que las pruebas deben presentarse antes del dictado de sentencia definitiva.
El hecho de que Carmelo López Martínez quedara absuelto por la falta de mérito, fue un acto que garantiza a todos que nadie será condenado sin pruebas valederas, a lo que se llega tras una serie de malos procedimientos o errores previos al juicio. Por otra parte, desde óptica de la familia de la víctima, que padece la pérdida de un ser querido, la Justicia no llegó.
La familia de la víctima recurrió al Superior, donde se solicitaba la reapertura del debate, ofreciendo nuevas pruebas, pero desde la Sala Penal se consideró que este fue presentado fuera de término por entender que tales elementos debían haberse entregado antes del dictado de sentencia definitiva.