Conocido el decreto 1311/15 que el Gobierno Nacional publicó este martes en el Boletín Oficial, que aprueba la Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional de la Agencia Federal -el organismo que reemplazó a la disuelta Secretaría de Inteligencia-, su titular Oscar Parrilli defendió los cambios en conferencia de prensa que convocó este mediodía.
El funcionario sostuvo que habrá un mayor "control" sobre las actividades de los espías. "No va haber una inteligencia a partir del análisis de un agente o un interés", indicó.
Al ser consultado sobre si la AFI hará espionaje con fines políticos, Parrilli respondió: "Hay una estructura distinta y una ley diferente. Va a haber mucho más transparencia y control en todas las actividades que llevemos adelante".
Enseguida, agregó: "Creemos que con la ley que hemos sancionado y este decreto creamos las herramientas legales para que eso no ocurra y que haya una férrea conducción política institucional y no política partidaria de las tareas de inteligencia que se lleven adelante".
"El objetivo es cuidar y no espiar a los argentinos", aseguró Parrilli, quien anunció que hoy se efectuará el traspaso del control de las escuchas telefónicas desde AFI a la Procuración General de la Nación, a cargo de Alejandra Gils Carbó.
El titular de la AFI estuvo acompañado durante la conferencia por el subsecretario de Inteligencia, Juan Martín Mena. Ambos funcionarios fueron designados formalmente en sus cargos a través del decreto 1312 publicado también hoy en el Boletín Oficial.
El Gobierno Nacional publicó este martes en el Boletín Oficial el decreto 1311/15 que aprueba la Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional de la Agencia Federal, organismo que reemplazó a la disuelta Secretaría de Inteligencia. La norma, firmada por la Presidenta Cristina Fernández y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consta de 18 artículos más un anexo de 400 páginas donde queda establecido el cuerpo doctrinario que, según se lee en sus considerandos, tiende “a sentar las bases de un profundo proceso de reforma y modernización del Sistema de Inteligencia Nacional".
La Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional ratifica la transferencia de la totalidad del sistema judicial de escuchas al Ministerio Público Fiscal, tipifica como "atentado contra el orden constitucional y la vida democrática" las "corridas bancarias, cambiarias, desabastecimientos, golpes de mercado" y crea una dirección para estos delitos, publicó La Nación .
"La inteligencia nacional debe velar por la protección y el cuidado de los argentinos, y no `espiarlos´", plantea la Nueva Doctrina en su capítulo I, en la primera página. "El sistema de inteligencia nacional se configura como un `observatorio´ abocado exclusivamente a la producción y gestión de conocimientos acerca del conjunto de problemáticas relevantes en materia de defensa nacional y de seguridad interior", agrega.
A continuación, describe qué tipo de "problemáticas" son "relevantes". Entre las agresiones de origen externo o el terrorismo aparecen los "atentados contra el orden constitucional y la vida democrática" por parte de "grupos políticos y/o militares que se alzaren en armas contra los poderes públicos y/o el orden constitucional o se trate de grupos económicos y/o financieros -empresas, bancos, compañías financieras, etc.- que lleven a cabo acciones tendientes a la desestabilización de gobiernos democráticos mediante corridas bancarias y cambiarias, desabastecimientos, `golpes de mercado´, etc.".
Para estos "atentados contra el orden constitucional y la vida democrática", la Nueva Doctrina de Inteligencia Nacional prevé una "Dirección Operacional de Inteligencia sobre Terrorismo y Delitos Contra el Orden Constitucional" y una "Dirección Operacional de Inteligencia sobre Crimen Organizado", con las respectivas dependencias "Dirección de Inteligencia sobre Delitos Contra el Orden Constitucional" y la "Dirección de Inteligencia sobre Delincuencia Económica y Financiera".
La Dirección de Inteligencia sobre Delitos Contra el Orden Constitucional es la encargada de la "producción de inteligencia orientada al conocimiento de las actividades que atenten contra el orden constitucional, y de los grupos nacionales o extranjeros responsables de llevarlas a cabo".
La Dirección de Inteligencia sobre Delincuencia Económica y Financiera es la encargada de "la producción de inteligencia orientada al conocimiento de las actividades de la delincuencia económica y financiera, así como de lavado de dinero y de las economías criminales, y de los grupos nacionales o extranjeros responsables de llevarlas a cabo".