(de ANALISIS DIGITAL)
El ex legislador Abelardo Félix Pacayut recibió la peor noticia en la tarde del último miércoles: la decisión de la Corte Suprema de Justicia de rechazar su planteo por la casa apropiada en el establecimiento de Mazaruca, en Islas y por ende, la antesala de su camino a la cárcel. De esta manera, el ex hombre fuerte del menemismo a fines de los 80 y durante todo el 90 se transformará en el primer dirigente político de importancia en la provincia que irá a cárcel común por un delito de corrupción. Serán algo más de tres años por este caso, pero habrá que anexarle -cuando la sentencia quede confirmada- la condena a otros cuatro años, por el desvío de fondos millonarios al Puerto Ibicuy, en la segunda administración de Jorge Busti y durante el segundo gobierno de Carlos Menem. Las dos denuncias fueron iniciadas por la desaparecida Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), creada durante el último gobierno de Sergio Montiel. El titular de aquel organismo fue Oscar Rovira.
Fue a fines de mayor de 2011 cuando también Pacayut escuchó el fallo unánime los camaristas Miguel Ángel Giorgio, Hugo Perotti y Daniel Malatesta, quienes hicieron lugar al pedido del fiscal Leandro Ríos, que durante los alegatos había requerido cárcel común para Pacayut, el pago de una multa, la inhabilitación para ejercer cargos públicos y la entrega de la casa de Mazaruca, en Islas. Además de ampliar la investigación contra ex funcionarios del IAPV. En lo único que los jueces disintieron con Ríos fue en la condena a Ruth Klein, quien recibió una pena de dos años de prisión condicional. La acusada tuvo, además, que abonar una multa de 20 mil pesos, mantener la residencia y realizar servicio comunitario por un plazo de 10 meses. Pacayut fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión efectiva e inhabilitación especial perpetua para el ejercicio de cargos públicos y al pago de 45 mil pesos de multa por ser coautor material y responsable de los delitos de Falsificación ideológica de instrumento público, uso de instrumento público falsificado, todos consumados y en concurso ideal contra la administración pública.
(Foto: gentileza El Diario)