La "punta del iceberg", en este sentido, resultó ser el proyecto para modificar el reparto del Impuesto al Cheque, que actualmente beneficia a la Nación sobre las provincias, una iniciativa opositora ante la cual el gobierno reaccionó proponiendo un amplio debate en torno a la coparticipación.
Este sábado, el jefe de Gabinete Fernández dijo que las reuniones convocadas en la quinta de Olivos tienen la intención de realizar un "análisis común", evaluar "las realidades de cada una de las regiones" y que los gobernadores puedan presentar la situación fiscal en que se encuentran las provincias.
Fernández señaló que la del lunes próximo será "la primera de varias reuniones" que mantendrá la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en "distintas mesas" que permitirán "reunir a los 24 gobernadores".
El jefe de ministros confirmó que en estos encuentros se realizará un "análisis común entre todos los gobernadores" y que los mandatarios tendrán la oportunidad de mostrarle a la Presidenta "las realidades de cada una de las regiones y de cada una de las provincias".
Al respecto, recordó que "las provincias le están debiendo a la Nación algo así como 12.300 millones, ligados a todas situaciones anteriores (a los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner), que se fueron trasladando en el tiempo para morigerarlas".
La primera convocatoria de la jefa de Estado, prevista para este lunes, incluye a los gobernadores oficialistas del PJ y a algunos aliados como la fueguina Fabiana Ríos y el santiagueño Gerardo Zamora.
Voceros del gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, indicaron que el mandatario es partidario de avanzar en una modificación "progresiva" de la coparticipación de los impuestos y confía incluso en que sancione una nueva ley "antes de fin de año".
Esa ley viene siendo postergada desde 1994, cuando la reforma de la Constitución estableció que debía sancionarse una nueva normativa sobre el reparto de la recaudación de impuestos entre la Nación y las provincias.
La situación fiscal en los distritos no es buena: esta semana, el gobernador de Misiones, Maurice Closs, explicó que en las próximas semanas debe hacer frente a un "vencimiento" de su deuda pública.
Y que de tener que cumplir con ese desembolso con fondos propios se verá obligado a "parar toda la obra pública en la provincia, con los costos que eso tiene en términos de empleo y salarios", publicó Télam.