La semana pasada, durante la apertura oficial de la negociación paritaria, el gremio que conduce Antonio Caló reclamó un incremento salarial del 25 por ciento dividido en dos tramos acumulativos, con un 15 por ciento desde abril y un 10 por ciento desde julio, por lo que la mejora de punta a punta alcanzaría el 26,5 por ciento. Asimismo, el gremio pidió llevar el piso salarial a 5000 pesos (hoy ronda los 4000 pesos) y la creación de una categoría adicional en el nivel superior al del "oficial múltiple".

En la audiencia de ayer, el sector empresario estuvo representado por las seis cámaras que forman parte de la negociación paritaria. Por la cartera laboral participó la viceministra Noemí Rial.

Fuentes consultadas por este diario descontaban el rechazo de la UOM a la primera contrapropuesta y no descartaron que la implementación de una suma fija pueda allanar el camino a un acuerdo salarial, tal como sucedió en el convenio firmado el año pasado, luego de dos meses de gestiones. "Ni nosotros íbamos a aceptar su primera propuesta ni ellos la nuestra, lo cierto es que hoy por hoy no estamos tan lejos", señaló un empresario que participa activamente de las tratativas.

La actividad metalúrgica concentra a unos 250 mil trabajadores en todo el país. En términos políticos, la paritaria de la UOM es una de las de mayor relevancia en tanto se trata del gremio al cual pertenece el jefe de la CGT.

Por lo pronto, Caló partió ayer hacia Mar del Plata, donde la UOM celebrará su congreso anual. Se espera que durante su desarrollo los delegados faculten a la cúpula gremial para tomar medidas de fuerza en el caso de que no prosperen las negociaciones paritarias.