El jefe de la Policía de Entre Ríos, Ernesto Geuna, decidió pasar a disponibilidad a cuatro jefes policiales mediante en decreto 2.534, que lleva la firma del gobernador de la provincia, Jorge Busti, luego de verificar y analizar el accionar de estos funcionarios. Si bien en la normativa no se dan mayores explicaciones, ni hubo voz oficial que informara al respecto, fuentes fidedignas indicaron que el hecho sería un coletazo de los gruesos errores cometidos en los recientes allanamientos producidos en zonas de Santa Elena y Cerrito, en la infructuosa búsqueda de un cuerpo, supuestamente relacionado a la causa por la desaparición del contador Amado Abib.
Se trata de cuatro oficiales de la policía de Entre Ríos: los directores de Inteligencia (comisario general Ergasto Perez,'); y de Toxicología (comisario mayor Omar Planisig,'); y los subdirectores de Investigaciones (comisario inspector Miguel Vallejo,'); y de Asuntos Internos (comisario inspector Oscar Muñoz).
De acuerdo a la información conocida, Geuna no habría quedado conforme con el accionar de estos funcionarios y decidió pasar a disponibilidad a los nombrados. La medida, fue refrendada por el gobernador Jorge Busti y el ministro de Gobierno, Justicia y Educación, Sergio Urribarri mediante el decreto 2.534, según reveló Informe digital.
Al parecer, Geuna tuvo que librarse de varios de sus principales comisarios de confianza, como respuesta a las exigencias del poder político del oficialismo, sobre los gruesos errores cometidos en los recientes allanamientos producidos en campos de las zonas de Santa Elena y Cerrito, llevados a cabo la semana pasada, en el marco de la causa por la búsqueda del contador Amado Abib, desaparecido a principios del año pasado.
Las decisiones de Geuna -en cuanto a convencer a miembros del Poder Judicial de que existían dos testigos con elementos concretos para encontrar dos cuerpos supuestamente relacionados a la causa- provocaron la movilización de más de 50 efectivos, móviles y personal judicial hasta la estancia "La vigilancia", ubicada en proximidades de Santa Elena y propiedad del empresario Sergio Lifschitz, considerado un hombre cercano al bustismo desde hace varios años. No obstante, no hubo avances en la investigación, los testigos nunca aparecieron y no hubo ningún tipo de excavaciones en la zona señalada. Fuentes oficiales reconocieron a ANALISIS DIGITAL que en los últimos días hubo fuertes pedidos "de cabezas" en la conducción de la Policía de la provincia, desde el poder político, la justicia y sectores empresarios rozados por los hechos.
"Hubo gran malestar en el Poder Ejecutivo y en el Poder Judicial", se indicó. Sucede que el propio Geuna, en esos dos días en que estuvo personal policial movilizado, habría sido quien filtró la información a medios allegados al bustismo, cuando se había acordado que los procedimientos iban a ser totalmente confidenciales y bajo un absoluto hermetismo. "Y la familia hizo duros cuestionamientos a la forma en que se manejó la información", se acotó, en referencia a lo consignado en diferentes medios, de que se habían hallado "dos cuerpos" en la estancia La vigilancia, cuando nunca se hicieron excavaciones y que uno de ellos podía pertenecer al contador desaparecido.
Cabe recordar que, hasta ese lugar, además de varios jefes de la conducción policial -que conocían de los allanamientos en Santa Elena y Cerrito, supuestamente los hoy pasados a disponibilidad- llegaron magistrados de Paraná y La Paz para interiorizarse de lo sucedido. Tales los casos de los jueces Héctor Toloy y Ricardo González -de Paraná- como el fiscal Enrique Martínez y el juez Carlos Trajtemberg de La Paz.
A ello se sumó que el jefe Geuna -quien tendría los días contados como conductor de la fuerza a raíz de estos hechos- nunca dio una explicación pública de lo que se hizo en tales localidades ni de la pesquisa que se estaba siguiendo.