Una nena de apenas 13 años, no sólo fue víctima de una violación en febrero de 2003, sino que fruto del aberrante hecho cometido por cinco hombres tuvo un hijo, que en la actualidad tiene dos años. Los pediatras del hospital San Roque fueron los encargados de denunciar este hecho a mediados de julio de 2003, tras descubrir que la criatura se encontraba en un proceso de gestación de más de cinco meses.

Según se supo, una indisposición que la afectó repentinamente cuando tenía 11 años generó la consulta de su madre al pediatra del hospital Regional de Santa Elena, quien luego de revisarla entendió que el malestar que padecía estaba vinculado con un problema intestinal, por lo que le aconsejó a los padres que la trasladaran al hospital materno infantil San Roque en Paraná.

Sin embargo, apenas ingresada en el nosocomio los médicos constataron que la menor llevaba una criatura en su vientre desde hacía 12 semanas. El diagnóstico provocó un estado de alarma y tribulación en la familia, pero a poco de indagar sobre lo que había sucedido la sensación fue de una profunda angustia. No era para menos: la niña les confesó haber sido sometida sexualmente por cinco hombres.

Ante esta situación la madre recurrió a la Policía a denunciar el hecho, en el que estarían involucrado el concubino de su abuela –un hombre mayor– el hijo de éste y tres amigos de ambos.

Según consta en el expediente, la violación habría ocurrido a mediados de febrero de 2003. La chiquita relató que “el abuelastro y su hijo” fueron los primeros en violarla en la casa de su abuela. En tanto que los otros tres hombres abusaron de ella en la misma época, en el club Hípico de Santa Elena.

Al parecer, la menor se encontraba paseando en bicicleta por los alrededores de esa institución cuando los violadores la golpearon, la introdujeron en un trailer para caballos y consumaron su pavoroso estupro.

Con lo relatado por la nena al juez de Instrucción de La Paz, Carlos Trajtemberg, le bastó para dictar el auto de procesamiento y la prisión preventiva para los cincos acusados, quienes quedaron alojados en la Jefatura Departamental La Paz.

A fines de 2003 los abogados defensores de los procesados apelaron ante la Cámara Primera la medida del magistrado y ordenaron la inmediata libertad de los detenidos.
Una vez revocado el procesamiento, los detenidos fueron liberados y volvieron a Santa Elena, donde desde hace tiempo arremeten con agresiones verbales y amenazas a la jovencita.

En esta etapa, el titular de la Oficina de Asistencia Integral a la Víctima del Delito, el abogado paranaense Walter Carballo, se constituyó como querellante en la causa. En un informe psicológico realizado por el organismo que depende de la Secretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y que fue anexado al expediente judicial, figura que la menor señaló a las personas que la violaron con nombre y apellido. Además, según los peritos, quedó fehacientemente asentado que la víctima no tiene un perfil fabulador.

Actualmente, mientras su familia se reparte para colaborar en la crianza del bebé la Justicia aguarda el resultado de ADN que se le practicó, para establecer quién es el padre del menor que nació producto de esa violación.

Para dejar en libertad a los cinco detenidos la Sala II de la Cámara Crimen no valoró dos cosas fundamentales: el informe psicológico y el estudio realizado por una sexóloga, que fue la primera que examinó a la menor.

En el informe de la profesional se indicó que la niña “no tiene una vagina complaciente, es decir que no mantiene relaciones sexuales habitualmente”.Ahora los integrantes de la desdichada familia esperan el resultado del ADN para llevar a juicio al menos a uno de los cinco acusados. Los mismos que todos los días caminan por las calles de Santa Elena y pasan por al lado de sus hijos, ante la mirada indiferente de la Justicia.

Fuente: Uno.