
La ley Bosman (jugador belga que presentó una demanda contra la Federación Francesa de fútbol exigiendo que lo dejaran jugar en ese país y el caso fue a la Corte Europea de Justicia, y Bosman ganó) garantiza la libertad de acción de los futbolistas en Europa para negociar su futuro desde seis meses antes del final del vínculo. Por esta situación pasan actualmente el paranaense Roberto Fabián Ayala y Javier Pedro Saviola, el Ratón en el Valencia y el Conejo en el Barcelona. Mientras el primero podría abandonar el Valencia en el mes de julio (se vence su contrato), el otro está en los planes de ese equipo para la venidera temporada. Por estas horas se habla del posible trueque entre los dos jugadores de la Selección argentina.
El caso del paranaense data desde el Mundial de Alemania 2006. Entonces, el Ratón había acordado su renovación con los dirigentes. Pero Amedeo Carboni, ex compañero y actual manager deportivo, le quiso retocar los números de la jugosa oferta. Fue el inicio de una larga lista de duros roces entre ambos, que en esta semana detonó nuevas bombas de parte del italiano. “En el caso de Ayala no sólo hay que evaluar el aspecto técnico, sino también cuestiones médicas y de club...”, disparó.
Sin dudas que fue un dardo directo a los 34 años que Roberto Fabián cumplirá en abril. “No me preocupa si tiene otras ofertas. Cuando sea el momento le comunicaremos nuestra decisión”, concluyó. ¿Y Ayala? “Como están las cosas, parece que es mi último año en Valencia”, soltó el defensor que tendría un precontrato con el Villarreal, según manifestó su representante Gustavo Mascardi.
Saviola, por su parte, ganó plenos en España con los 11 goles que lleva convertidos entre Copa y Liga, siete de ellos en este 2007. Sus gritos, y el contrato que se vence a mitad de año, son un as bajo la manga para negociar su futuro. Mientras en el Barcelona juegan al poker para sacar ventaja en el tira y afloje por un nuevo vínculo, Quique Sánchez Flores le declaró su amor desde Valencia y lo pidió como especial refuerzo para la próxima temporada. En este caso, la última palabra vuelve a estar en boca de Carboni, señala Olé.