Los datos del comercio minorista de octubre se suman a otros resultados magro de la economía para ese mes. Por ejemplo las caídas de los despachos de cemento fue 17,7 por ciento, de la producción de autos 16,4 por ciento y de las exportación de vehículos 26 por ciento. Se tratan de datos peores respecto al mismo mes del año pasado. Si se mide en relación a septiembre la comparación también luce peor: -7 por ciento, -11,2 por ciento y -20 por ciento respectivamente para cementos, autos y exportación de vehículos, informó Clarín.
Un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea señaló en la semana que los datos de octubre de la economía indican que la recesión es más prolongada que la esperada. Para el Estudio Broda no existen todavía indicios de que la economía deje de caer en la última parte del año. Y el Estudio Ferreres estima que la contracción de la economía este año al final será mayor a la que preveía: 2,2 por ciento en lugar de 1,5 por ciento.
“Los primeros datos de octubre muestran que posiblemente la recesión de 2016 sea más profunda de lo que habíamos estimado. Desde el IERAL a comienzos de año habíamos previsto una caída del PIB de 1,5 por ciento respecto de 2015. Del otro lado de la escena, se percibe que esta recesión es más producto del cambio de los precios relativos de la economía, que de una huida de capitales como suelen ser las recesiones más difíciles de remontar”.
En el primer mes del cuarto trimestre, se mantienen algunos “brotes verdes” (los patentamientos de autos subieron 4,2 por ciento interanual), pero subsisten números marcadamente negativos como los despachos de cemento y las exportaciones a Brasil.
Según los expertos el consumo cae por culpa del deterioro del poder adquisitivo. Cálculos privados estiman que el salario real este año caería 6 por ciento porque los ingresos, en promedio, subirán 34 por ciento mientras que la inflación cerrará cerca de 40 por ciento. El consumo representa el 70 por ciento del producto bruto con lo cual los cambios que allí suceden impactan directamente sobre la marcha del PBI. La recesión de Brasil es otro factor que juega en contra del nivel de actividad local.
“Es muy difícil que la economía deje de caer en 2016. Aunque sí, probablemente haya una suavización en el ritmo de caída”, dice el último informe de la consultora Economía & Regiones.
Respecto a 2017, E&R señala que “es probable que a partir del primer trimestre se vuelva a crecer. Dicho crecimiento ganaría vigor en el segundo trimestre; y luego se desaceleraría trimestre tras trimestre en la segunda mitad del año próximo; aunque todos los trimestres registrarían variaciones positivas. El nivel de actividad registraría una variación positiva de 2,5 /3 por ciento.
Según el último informe difundido por INDEC, el Estimador Mensual Industrial (EMI) arrojo una caída de 7,3 por ciento interanual en septiembre.