Hace tiempo que la familia López es controlada por abuso de menores. Antes vivían en El Desaguadero, “un lugar bastante alejado”, según la descripción de algún habitante del lugar. Ahora se mudaron a Villa Paranacito, pero decidieron que sus hijos continúen asistiendo a la Escuela 7 de Arroyo Negro. En ese establecimiento, una docente observaba que los niños López no estaban bien. Tenían marcas en sus cuerpos, moretones y quemaduras y se comportaban de forma extraña. “Los hermanos menores de las nenas las controlaban y vigilaban para contarle a sus padres qué hacían o decían las chicas”, contó la tía.
Cansada de ver los signos del maltrato la docente denunció la situación en el Juzgado 2 de Gualeguaychú. A su vez, la tía de los niños por parte de padre, Mónica López, había acudido a las autoridades del Copnaf y al senador por el departamento (César Melchiori-FpV) para pedir ayuda. “Conocían la situación y prometieron actuar en consecuencia”, marcó la mujer. Ambas marcharon juntas a la Justicia para señalar como responsable a Oscar López. “En primera instancia, la Justicia volvió a darle intervención al Copnaf. Primero las llevaron al hogar Padre Artemio y luego las dejaron bajo la guarda de Angélica Gómez, la hermana de la madre de las nenas, alguien que está en ese mismo círculo de violencia. A mí no me las dieron”, aseguró Mónica López, y agregó: “Pero hoy tenían que venir a Gualeguaychú a la audiencia y no aparecieron. El viernes los vieron subiendo en un colectivo a todos y ahora no están”, acotó.
“A esta situación también la conoce la intendenta -María del Carmen Toller-”, apuntó la mujer y deslizó: “Pero supongo que mi hermano, que es el maltratador, goza de cierta protección porque ya tiene otras denuncias”.
La docente actuó el 18 de abril. Pasaron varias semanas, pasó un mes… “Ellos fueron denunciados al Copnaf en 2010, por golpes, pero parece que quedó en la nada. Creo que también en 2011 hubo una nueva denuncia, y yo volví a acudir a las autoridades el 26 de marzo, cuando hablé con el senador Melchiori y le pregunté si conocía la situación. Él me aconsejó que vaya al Copnaf. Fui, pero hasta abril, cuando hicimos la denuncia con la maestra no pasó nada”, afirmó e insistió: “Esto es político por la forma en que actúan en Paranacito”.
-Pero, ¿por qué cree que su hermano tiene protección política?-, preguntó este medio.
-Porque es un puntero-, respondió la mujer.
Idas y vueltas
La docente y la hermana se trasladaron juntas a denunciar al abusador Oscar López. El juez es Ricardo Golly y el fiscal Martín Gil. Según relataron a este medio, ellos le dieron intervención nuevamente al Copnaf. “Después de varios días, las chicas fueron revisadas por el médico del hospital para ser entregadas a un hogar sustituto, para prevenir algún otro ataque. Para todo esto, Mónica López había solicitado la tenencia como hogar sustituto, pero el hermano no quería que le entreguen las niñas a ella. Esto fue comunicado a Ignacio Basigalupo, encargado del Copnaf”.
Por otro lado, “el director del hospital encontró bien a las chicas cuando las revisó e informó en un certificado al Copnaf su buena salud y estado físico”.
Como la situación se retardaba, “el fiscal mandó una orden de allanamiento a la casa de Oscar López para sacarle las chicas”, pero cuando la Policía llegó al domicilio no había nadie allí.
“El fiscal volvió a intimar a la Policía para que las chicas fueran llevadas a la departamental y se comunicó con la médica forense para que las revise, porque no confiaba en el certificado del hospital. La doctora comprobó que las nenas estaban quemadas, cortadas y con toda clases de vejámenes. Lo que no se probó fueron violaciones, porque la forense no efectuó ese tipo de revisación”, apuntaron.