de ANÁLISIS DIGITAL

Con una actuación sólida y pese a algunos momentos de angustia en el cierre del partido, la selección argentina de fútbol derrotó a Australia 2 a 1 y se clasificó a los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022. Este sábado, con goles de Lionel Messi y Julián Álvarez, uno en cada tiempo, los dirigidos por Lionel Scaloni dieron otro paso en el estadio Ahmad Bin Ali. El descuento llegó por medio de Craig Goodwin, tras un rebote en Enzo Fernández.

El tanto de los oceánicos tendió un manto de dudas sobre la resolución del partido, pero la Albiceleste fue superior en el juego prácticamente de punta a punta. Salvo unos 10 minutos de dominio de pelota australiano, Argentina controló a su rival, generó espacios a partir de la genialidad de Messi y si no estiró el resultado fue por la impericia para definir.

Cuando más lo necesitaba, el seleccionado argentino contó con la figura de Dibu Martínez, que salvó del empate al equipo en el final del partido y se ganó el abrazo de sus compañeros. Entre ellos el gualeyo Lisandro Martínez, que saltó a la cancha en el complemento para armar una línea de tres centrales y dos laterales.

Argentina tuvo el dominio del trámite desde el comienzo, tomó la iniciativa y se hizo cargo del balón. Del otro lado, los oceánicos se refugiaron en su campo (no tanto como Polonia) y apostaron al contragolpe, aunque más a la altura de sus jugadores para buscar de arriba en cada pelota parada. No obstante, los dirigidos por Scaloni pudieron controlar bien a su rival, salvo un fragmento del primer tiempo que manejó la pelota sin generarle riesgo al Dibu Martínez.

El cero se rompió recién a los 35 minutos del primer tiempo, luego de un tiro libre al borde del área ejecutado por Messi. La jugada derivó en un toque al medio para Mac Allister que asistió a Otamendi, que en su afán por parar la pelota terminó asistiendo a La Pulga para el 1 a 0 con un remate cruzado y esquinado entre las piernas rivales.

El gol dio cierta tranquilidad, tal como sucedió contra México y ante Polonia. Por eso no varió la actitud argentina en el complemento. El cambio vino del otro lado porque los Socceroos presionaron más arriba en la salida Albiceleste. Ante esa situación y debido a una molestia física de Papu Gómez, Scaloni mandó a la cancha al entrerriano Lisandro Martínez, armó una línea de tres defensores y adelantó a sus laterales –Molina y Acuña, de gran partido– para abrir la cancha.

No tardó en llegar el segundo gol, luego de una presión de De Paul sobre el arquero Mat Ryan. El guardameta se complicó con los pies, Julián Álvarez robó la pelota y con un suave toque cruzado colocó el segundo tanto del partido y el mismo número de su cuenta personal.

Argentina crecía en el juego, controlaba a su adversario y parecía cerrar con tranquilidad el trámite. Sin embargo, a los 35 minutos del complemento, Craig Goodwin remató desde afuera del área, la pelota se desvió en Enzo Fernández y descolocó a Dibu Martínez, porque se le metió al palo izquierdo.

Aun así, la selección Albiceleste intentó jugar lo más lejos posible de su arco, apoyó su juego en su capitán Lionel Messi y estuvo muy cerca de liquidarlo. Pero no lo logró con el ingresado Lautaro Martínez (después de una jugada genial de Messi). La Pulga también buscó con un tiro al segundo palo que pasó muy cerca del ángulo derecho del arquero.

El rosarino reconoció que se sufrió innecesariamente en el final del partido ante los australianos.

“Lo importante era pasar y lo conseguimos”, enfatizó Lionel Messi tras la victoria

Y cuando sonaban los ecos de los lamentos argentinos, Australia tuvo una inmejorable chance con Garang Kuol y allí fue que apareció Dibu Martínez para ponerle el cuerpo a la situación; achicó bien en el mano a mano y se quedó con la pelota para el abrazo emotivo de sus compañeros.

Argentina ganó con sufrimiento impensado y se adueñó de un lugar en los cuartos de final. Su rival será Países Bajos, que viene de derrotar a Estados Unidos por 3 a 1 en el primer turno. El encuentro será el viernes desde las 16 en el estadio Lusail, el escenario más grande de esta Copa del Mundo. Lo positivo es que hay seis días entre un partido y otro, una buena noticia para recuperar jugadores pensando en lo que viene.