Francisco Petrasso le puso el pie derecho a una pelota dentro del área e Independiente Rivadavia de Mendoza logró una agónica y sufrida clasificación a los 16avos de Final de la Copa Argentina. La Lepra se impuso 1-0 ante Argentino de Quilmes en San Luis y será rival de Banfield o Ciudad de Bolívar en la siguiente instancia.

No hubo diferencia de categoría dentro del campo de juego. La Lepra mendocina buscó tomar la iniciativa del encuentro, pero no halló los caminos para llegar con peligro al arco defendido por Alejo Tello. Enfrente tuvo un adversario que tampoco se acercó con claridad, pero que siempre tuvo clara su postura: mucha población en la mitad de la cancha, rapidez para recuperar la pelota en tres cuartos de cancha y frescura para mostrar peligro en los metros finales. Escasearon las oportunidades de gol y hubo falta de lucidez para generar situaciones claras en el estadio Juan Gilberto Funes de San Luis.

Con el paso del complemento, empezaron a asomar. Independiente Rivadavia tuvo algo más de protagonismo con el ingreso del siempre incisivo Matías Reali, que buscó doblegar a la defensa rival pero no tuvo socios que lo acompañaran. La sensación es que la pelota parada podía ser la única llave para abrir un encuentro discreto. Y así ocurrió en los minutos finales, cuando los remates desde los 12 pasos parecían ser un desenlace inevitable. Francisco Petrasso, uno de los que más había empujado a la Lepra, le puso el pie derecho a una pelota perdida dentro del área y estableció el 1-0 que terminó siendo definitivo.

Como en 2019, cuando venció a Ferrocarril Midland, Independiente Rivadavia de Mendoza abrió con un triunfo en el estadio Juan Gilberto Funes su participación en una Copa Argentina. Mientras busca reencauzar un rumbo torcido en la Liga Profesional, obtuvo un triunfo que tuvo mucho de desahogo. Para Argentino de Quilmes, la derrota dejó un sabor agridulce; sin embargo, nadie le quita la felicidad por haber disputado por primera vez la Fase Final de la competencia.