Claudio Cañete
Con la presencia del actor Víctor Hugo Carrizo y el ex combatiente y periodista Edgardo Esteban, autor del libro que sirvió de base para este nuevo y premiado film Iluminados por el fuego, de Tristán Bauer, unas 300 personas desafiaron las bajas temperaturas de la noche del viernes y colmaron el recinto del Teatro 3 de Febrero. Luego de la película, ambos, presentados por el periodista Juan Carlos Bettanín, respondieron a las preguntas de la gente. En la nota se rescatan algunos puntos salientes de este diálogo. El sábado el film se presentó con igual éxito en el Teatro Español de Reconquista.
Una experiencia conmocionante. Ésa fue la sensación generalizada de la concurrencia cuando Iluminados por el fuego terminaba y las luces de la sala comenzaban a encenderse. Premiada a nivel internacional, injustamente dejada de lado por El Aura (más comercial), para concursar por el Premio Oscar, es un esclarecedor dedo en la llaga de un capítulo de la historia cuyas cicatrices no se han cerrado aún. Es, de hecho, un dedo en la llaga para las Fuerzas Armadas, que no digieren que alguien se anime a levantar el silencio impuesto a los ex combatientes y denuncie los abusos, las negligencias y la irresponsabilidad de enviar a un país a la guerra.
Casi 300 personas, ávidas de saber más, de reflexionar, de debatir, de examinar y sobre todo interesada en hacer memoria y participar, fue el resultado positivo de un encuentro muy cálido, emotivo y especialmente revelador. Las instalaciones del Teatro 3 de Febrero y su equipo técnico garantizaron un buen sonido e imagen para que la proyección se apreciara en la verdadera dimensión que tiene. Con todo ese esfuerzo de producción de ambientación, vestuario y efectos especiales que pocas veces el cine argentino ha alcanzado a mixturar además con una buena dirección, fotografía y actuaciones. Toda esa ecuación se puede ver secuencia tras secuencia en Iluminados por el fuego, un antes y un después a la hora de filmar sobre el tema Malvinas, sin olvidar aquel sabroso antecedente como lo es el film nacional Fucklands.
Luego, salieron al escenario el actor Víctor Hugo Carrizo y el periodista Edgardo Esteban, acompañados por Juan Carlos Bettanín, periodista de Radio del Plata (Paraná), haciendo las veces de moderador de esta suerte de panel que tuvo mucha participación de un nutrido auditorio de todas las edades. Para destacar, una buena presencia de estudiantes secundarios.
“De no haber existido la guerra de Malvinas, yo creo que ahora las islas serían nuestras. Si nos remontamos al verano de 1982 y analizamos la situación, el tipo de vida que había allí, no había dudas de esto. En esa época del año muchos kelpers (habitantes de las islas) veraneaban en la Costa Atlántica argentina, en lugares como Cariló. También estudiaban en la Universidad de Córdoba o se hacían atender en el Hospital Británico y en los lugares sanitarios más importantes de Buenos Aires. No tenían escuela secundaria, en consecuencia una cuestión de status pasaba por continuar los estudios en Argentina. El único valor con el que subsistían era un bono de la una empresa inglesa que dominaba la incipiente economía del lugar. Pero la guerra cortó todo esto, toda esta inserción de Argentina en las islas, que demostraba su soberanía en hechos concretos. Sin ir más lejos, uno de los galpones de la isla donde estuve, en plena guerra, pertenecía a YPF”, explicó Esteban a un público deseoso de escuchar su testimonio como ex combatiente. En el marco de este comentario agregó que el hundimiento del Crucero General Belgrano fue un objetivo para desmantelar todo intento de solución diplomática que hasta ese momento era posible con un gobierno tripartito en las islas.
“Ahora hay una base militar muy poderosa, con infraestructura, donde hubo en un momento hasta 4.000 soldados pertrechados y donde fueron entrenados para combatir en Irak. Hoy los kelpers tienen un montón de ventajas económicas y servicios que antes carecían por completo y que sólo los obtenían de la Argentina. Un docente allí está ganando un sueldo de varios cientos de dólares. Cosa que a nuestro país se le hace difícil competir por ese lado, a la hora de restablecer indicios de soberanía y presencia efectiva en la ciudadanía malvinense”, agregó el autor del libro que dio origen al film.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
