D. E.
El grupo se conformó entre gallos y medianoche en Diputados. Liderado por Juan Domingo Zacarías y Eduardo Jourdán, el denominado megabloque urribarrista del Partido Justicialista, sorprendió a la estructura bustista y al gobernador electo, Sergio Urribarri, quien tuvo que salir públicamente a marcar distancia. De alguna manera desplazados en algunos sectores del oficialismo, el nuevo grupo busca revalorizar la figura de varios nombres desprestigiados en el bloque, conformar un polo de poder con alguna proyección y tener el control de la caja en la Cámara Baja. Así se trataría de ubicar en un segundo plano al propio Jorge Busti, quien aparece con más posibilidades de ser el titular del cuerpo o bien del bloque oficialista. La realidad indica que es la primera vez, desde 1983 a esta parte, en que se quiebra el oficialismo en la Legislatura meses antes de empezar una nueva gestión, lo que para muchos suena a preocupante, por más que pocos lo quieran reconocer.
El día que en el oficialismo se conoció la conformación de un megabloque de Diputados, en el primero que se pensó fue en Juan Domingo Zacarías. “El Turco siempre se movió así; con la contradicción todo el tiempo y sin tener en cuenta a quien lo benefició en la lista”, dijo un operador bustista apenas lo supo. La frase era una síntesis de algo de la historia política del polémico dirigente paranaense, quien fuera mano derecha de José Carlos Conde Ramos en su momento, luego de Jorge Busti; de Augusto Alasino después, que hiciera campaña para Carlos Menem, posteriormente para Lilita Carrió -al irse del PJ-, transitara por el Nuevo Espacio y finalmente retornara al peronismo entrerriano. Pero Zacarías no era el único líder en ese polo opositor, dentro del mismo peronismo. También se encuentran Eduardo Jourdán, aún intendente de la pequeña localidad de San José; Jorge Maier, actual concejal de Paraná y lugarteniente de Zacarías; Hugo Berthet; Patricia Díaz, esposa de Domingo Daniel Rossi; el gremialista Hugo Vázquez y José Salim Jodor.
“Pero nadie duda que el verdadero jefe es Zacarías”, acotan. En realidad, el ex legislador del Nuevo Espacio y ahora reincorporado al justicialismo está viviendo un momento de poder y gloria como pocas veces sucedió en su vida. Allegado directo a la titular del PAMI Central, su ex compañera de bancada en el ARI, Graciela Ocaña; al vicejefe de Gabinete de la Nación, Jorge Rivas -también ex legislador socialista del bloque Carrió- y con buena relación con Alberto Fernández, Zacarías se aseguró un esquema de poder nacional que algunos miran con cierta atención. Cabe acotar que el flamante ministro de Economía de la Nación, Miguel Peirano, proviene de la fundación que lidera Ocaña, por lo cual podría existir otra línea de acercamiento por el Palacio de Hacienda.
Pero no es todo: las vinculaciones también existen con la ahora candidata a Presidente del kirchnerismo, Cristina Fernández. De alguna manera, tal instancia quedó demostrada el martes a la tarde en Capital Federal, cuando Rivas asumió como vicejefe de Gabinete y Zacarías -allí presente- se confundió en un efusivo abrazo con Cristina K. “¡Ehh, Turco, qué andás haciendo por acá!”, exclamó la candidata oficialista cuando lo vio a Zacarías en el coqueto salón de la Casa Rosada, según reconoció a ANALISIS un testigo presencial. De hecho, el vínculo del legislador paranaense con la senadora nacional y actual Primera Dama viene de principios de la década de 1990, cuando ambos eran diputados nacionales. Zacarías fue el primer dirigente político que trajo a Paraná a la ahora candidata presidencial, a fines de 1995, a ofrecer una conferencia.
El primero que pegó el grito en el cielo cuando se enteró de la conformación de tal grupo fue el gobernador Jorge Busti. “Ni pienses que voy a ser presidente de la Cámara de Diputados con un sub-bloque que parece la Galería del terror”, dijo el mandatario apenas se enteró, olvidando, quizás, que fue uno de los principales responsables en el armado de la lista que ganó las elecciones el 18 de marzo último.
Ese mismo día Busti se comunicó con Urribarri y le manifestó su preocupación. “Esto no te puede pasar cinco meses antes; a lo sumo sucede en el último año de gestión, pero nunca antes de asumir. En este esquema, no te van a sacar ninguna ley, salvo que arregles con ellos y siempre le des importancia a sus intentos extorsivos”, le dijo. “Y que no me jodan; con este esquema, ni me interesa ser presidente de la Cámara ni del bloque oficialista; seré uno más y tendrán que aguantarme”, habría acotado el mandatario.
Si bien en algún momento se pensó que podía provocar problemas al urribarrismo, dentro de ese mismo oficialismo -y en especial en el bustismo-, se tiene claro que el nuevo grupo de poder es una afrenta a Busti. “Nosotros nunca fuimos bustistas y no dejaremos que el aún gobernador maneje como quiera la Legislatura”, reflexionó uno de los integrantes, en diálogo con este semanario, sin ocultar cierto malestar por la reacción de Busti, quien consideró “payasesca” la idea de un megabloque.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)