“Dakota hizo un gran negociado que contó con la inoperancia y la complicidad de la gestión de Sergio Varisco”, advirtió en diálogo con ANALISIS el concejal paranaense del Nuevo Espacio, Aldo Bachetti. Admitió que el NE está en terapia y que el radicalismo juega a ser segundo porque no tiene vocación de poder, aterrorizado por lo que pasó con Alfonsín y De la Rúa. Explicó por qué hoy el Concejo Deliberante es una mala inversión para los paranaenses y advirtió que la Municipalidad va camino a fundirse. Dijo que hace dos meses el triunfo de Cristina Kirchner estaba asegurado pero que hoy roza el ballotage. Habló de Maier, De la Fuente y D’Ángelo y contó de qué va a vivir cuando deje el cargo. Criticó a las otras fuerzas integrantes de la Concertación y habló sobre una posible dispersión de votos. No soslayó su pasado de detenido político, incluyendo la querella que le inició a Raúl Solanas, que cayó –dijo- por un penoso fallo del juez Malatesta. Como respuesta a la polémica inquietud del legislador nacional planteada en su momento, contó por qué está vivo y por qué hay que mandar a la cárcel a los que mataron y secuestraron.

Hugo Remedi

-¿Por qué dejó de existir el Nuevo Espacio?
-No, no dejó de existir. Está…

-¿Herido de muerte?
-No, yo diría que está en terapia. Y lo peor que siendo niño, porque tenemos cuatro años de existencia. Si bien los que integramos el Nuevo Espacio en su gran mayoría tenemos militancia reconocida y de largos años, me parece que algo hicimos mal. Yo era un convencido, y lo dije hace tiempo, de que en la Concertación nos habíamos unido en un proyecto provincial pero avanzamos hasta el 70 por ciento que nos unía, y había un 30 por ciento que no teníamos las cosas en claro y que iban a saltar a la luz cuando hubiera elecciones nacionales.

-Saliendo ustedes de escena, ¿vuelve a Entre Ríos el clásico peronista – radical? ¿Vuelve el bipartidismo?
-No, no creo, porque también tienen mucha crisis los dos partidos. Hoy, por características propias del justicialismo, que es una fuerza que tiene el poder y lo detenta bien, tienen la virtud de tener diferencias, pero a último momento, cuando llegan a la línea, se domestican. Siempre han tenido un caudillo, entonces dejan las críticas para adentro y pasan a ser funcionarios por la promesa de que si no te toca hoy, te toca mañana. El radicalismo tiene una particularidad: yo creo que en los últimos años juegan a ser segundos, porque le ha ido muy mal cuando han sido gobierno y hoy quieren ser oposición.

-¿No tienen vocación de poder?
-El radicalismo no tiene vocación de poder porque tienen terror de que les vuelva a pasar lo que les pasó con (Raúl) Alfonsín y lo que les pasó con (Fernando de la Rúa).

-¿Quién se lleva los 100.000 votos de Solanas?
-Yo en eso tengo una apreciación, estoy preocupado porque soy de extracción peronista, veo que con todo el poder hoy se están dejando escapar cosas que son inauditas. Hasta hace dos meses el triunfo de Cristina (Fernández de Kirchner) estaba asegurado, hoy creo que está rayando la segunda vuelta. Y en la segunda vuelta puede pasar cualquier cosa.

-¿Por ejemplo?
-Lo que no me bancaría es que se junte la derecha y que volvamos a tiempos pasados, la concentración de la riqueza, esos giros... que dicen que son de centro derecha pero tienen pensamientos de derecha. Carrió, que es una expectativa, yo la respeto intelectualmente, pero con los conceptos que tiene de López Murphy y ahora llevándolo de ministro a Prat Gay me parece que..., no sé qué hace el progresismo, si es que existe dentro del ARI. Entonces, creo que los votos se van a dispersar, muchos.

-Lo que indica que perdieron una buena oportunidad...
-Sí, era una buena oportunidad para la Concertación ir juntos. Desde el Nuevo Espacio discutimos, tenemos problemas internos, pero decidimos orgánicamente no ir con ningún candidato. Y las otras dos fuerzas decidieron por Carrió. Nos dijeron que era por el pacto moral, pero si era el pacto moral, con Carrió sobra y basta. ¿Por qué van divididos? ¿No será que los dos grupos querían encabezar la lista de diputados? Y entonces es más de lo mismo. Bueno, yo se lo planteé hace 90 días que iba a ocurrir eso, y lo que sí dentro de mi partido yo hubiera querido ir solos.

-¿Y los 50.000 votos de ustedes, Aldo?
-Creo que van a estar repartidos entre todos los grupos. Unos irán al PJ, algunos a Lavagna, otros a Carrió. Creo que por suerte ninguno a López Murphy, porque sino estaban equivocados en nuestro partido. Pero se van a diluir ahí.

-¿A quién vas a votar para Presidente?
-Hasta hace un mes creía que el voto tenía que ser para Cristina, por lo que dije anteriormente. Tengo terror de que se junte la derecha. Pero no voy a votar en blanco. Creo que hay 40 días para reaccionar. Me parece que falta más contacto físico. La candidata no recorre las provincias y si va, lo hace a un coto determinado. Creo que Cristina le va a poner, si es que no cambia el pensamiento, una impronta hacia los gordos del sindicalismo que Kirchner no lo hizo. En eso yo estaría conforme. Después digo que tienen todo y no lo usan. Me dicen compañeros: “¡Eh, hay que esperar, no seas tan apresurado!” Yo creo que con la distribución de la riqueza no hay que esperar. A mí me llena de vergüenza que teniendo 40.000 millones en el Banco Central todos los días se muera gente de hambre en el Chaco. Y después, estos hechos de corrupción que son corregibles: Picolotti, la bolsa en el baño, la valija que vino... ¡Guarda que no esté la CIA metida detrás de todo esto!

-¿Por qué la gente vota a Macri, vota a Binner, vota a Piña, vota a Sobisch con un muerto atrás? ¿Por qué tan diferente?
-Bueno, como lo votó a Bussi en Tucumán en su momento. Yo creo que la gente…

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)