D. E.
El hombre no podía ocultar cierto nerviosismo, por más que desde algunos lugares reservados del poder político le hicieron llegar el mensaje que estaba “todo bien” y que no iban a “existir problemas” con él. Ese día en que declaró ante la fiscal Laura Cattáneo, en el Juzgado de Instrucción a cargo de Marina Barbagelata, ni siquiera lo contaban como compareciente, porque nunca habían encontrado el domicilio para citarlo. Había direcciones postales en Paraná y en Bovril, pero nadie en Tribunales tenía su domicilio en Montecarlo, en la provincia de Misiones, a casi 1.000 kilómetros de la capital entrerriana.
Se enteró por ANÁLISIS DIGITAL de su citación y tras llamarlo al abogado y apoderado legal del Consejo Provincial del PJ, Rubén Efraín Cabrera, optó por presentarse. “No tengo nada que ocultar y responderé lo que me pregunten”, comentó el ahora hombre millonario, con fuertes inversiones en Misiones.
“Yo fui convocado en el ’95, cuando asumieron Jorge Busti y Héctor Alanis, para asumir como director administrativo del Senado provincial. Tenía la responsabilidad de administrar y ejecutar los fondos, a través de cinco cuentas”, afirmó, al comenzar a declarar, según pudo reconstruir esta revista.
El ex funcionario -que pese a instalarse en Montecarlo, en 1999, siguió cobrando un sueldo del Senado por varios años más, en el despacho del ex senador provincial Félix Abelardo Pacayut (PJ-Islas), actualmente condenado a prisión por irregularidades en el manejo de fondos públicos, aunque sigue libre- relató que existían dos programas, el 17 y 18, aunque para la tesorería del Tribunal de Cuentas “la cuenta era una sola”. Dijo que la existencia “de dos programas fue decidido por el vicegobernador Alanis, para mejor organización interna”. Reconoció que para hacer el retiro de dinero del Senado “en la mayoría de los casos era el único autorizado, además del tesorero, Tomás Ismael Espíndola” y sostuvo que los sueldos “se pagaban en efectivo, con excepción de los proveedores, que cobraban con cheques”.
(Más información en la edición gráfica del 9 de agosto de 2012 de la revista ANALISIS)