Ayelen Waigandt
wafis1313@hotmail.com
El Hogar Ángeles Custodios cumplirá 80 años, el próximo 2 de octubre, fecha que coincide con el día de los ángeles custodios en el calendario de festividades de la grey católica. Se creó en 1938 gracias al amor y la buena voluntad de Josefina Bressoud, una joven maestra de Paraná que edificó la casa para convertirla en un hogar de niños. Había comenzado esta obra en su propia vivienda, cuidando a un pequeño sin familia y dándole alfabetización, hasta que decidió extender su ayuda instalando un hogar.
Los primeros estatutos disponían que cuando los integrantes de la Comisión de Señoritas que dirigía los destinos de la institución no pudieran continuar su labor, el lugar debía pasar al Obispado, lo que sucedió en los años ´70 cuando el obispo de Paraná era monseñor Adolfo Servando Tortolo, tristemente célebre y recordado por su accionar durante la última dictadura militar.
En paralelo, la Madre General de la Congregación de las Hermanas Obreras Catequistas de Jesús Sacramentado con sede en Mendoza le solicitó a Tortolo abrir una comunidad religiosa en Paraná. Como el obispo no tenía a quien entregarle la dirección del hogar para que continuase su actividad, le ofreció a la Madre Superiora que la Congregación se hiciese cargo de este, y así es como desde 1970 las monjas están oficialmente a cargo de la obra que pasó a llamarse “Hogar Ángeles Custodios”.
Por obra del destino, de Dios o de la casualidad –según la creencia que se tenga- se unieron el deseo de la Congregación de asentarse en Paraná y la necesidad del hogar de manos amorosas que se hicieran cargo del trabajo para darle continuidad.
El lugar tiene por objetivo acompañar a los niños en situación de riesgo, con la finalidad principal de contenerlos en un ámbito familiar y darles una atención integral. Esto implica alimentación, casa, salud, educación y recreación para que el niño crezca sano física y espiritualmente. Hoy, las encargadas de esa obra de amor son tres religiosas.
Desde sus inicios, el lugar se sostuvo a través de donaciones y el acompañamiento de los vecinos de Paraná. Y desde siempre trabajó con el apoyo de los vecinos de la ciudad y de diversas instituciones como Rotary Club, Club de Leones u otras entidades religiosas que brindan constante ayuda.
Una vida de hogar
En la fría mañana del sábado, cuando el sol de mediodía inundaba la ciudad de Paraná, el Hogar Ángeles Custodios le abrió sus puertas a ANÁLISIS y la directora de la institución, Hermana María Pérez, con su voz suave pero enérgica, mantuvo una amena charla para contar cuál es la realidad y cómo se vive en el lugar.
En la actualidad hay 22 chicos desde entre tres y 13 años que viven de forma permanente en el hogar, quienes en todos los casos llegan derivados por el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf). Cada niño carga con historias familiares de vulnerabilidad y necesidades varias, y en el Hogar encuentran la contención y el amor necesarios para crecer, desarrollarse y soñar con nuevas oportunidades.
“Con el Copnaf trabajamos de forma permanente; ellos nos acompañan, nos dan las directivas y velan por las necesidades de los niños y –en caso de ser necesario- también del lugar. Los niños tienen su sustento alimenticio y de ropa oficial desde el Copnaf, y son asistidos de forma permanente por los equipos técnicos y profesionales, que son quienes deciden si pueden volver a vivir con sus familias o están en condiciones de adoptabilidad”, explicó.
(Más información en la edición gráfica número 1084 de la revista ANALISIS del jueves 30 de agosto de 2018)