El médico jujeño Augusto Ittig planteó las expectativas que existen en todo el mundo ante la inminente aparición de vacunas contra el Covid-19, tras el anuncio del gobierno nacional de adquirir 25 millones de dosis de la vacuna rusa.   

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza),Ittig afirmó que respecto de la vacuna rusa contra el Covid-19 “no se sabe nada nuevo, siempre es un elemento esperanzador y aparentemente ésta sería la que se iría definiendo por lo menos para esta región del Planeta”.

“Es la ansiedad del mundo, no solo de Argentina, y por eso hay muchas compañías que ya tienen vendidas las vacunas antes de sacarlas, así que me parece que lo que están haciendo desde el Ministerio de Salud es asegurarse las 25 millones de dosis para cuando esté lista”, opinó.

En cuanto a los tiempos en que estarían las vacunas disponibles, dijo que “la velocidad la define la capacidad de cada laboratorio para ir investigando e ir ganándole tiempo a la respuesta inmune. Esta es una opción válida y –salvo para el poco sector de la población que es antivacuna o que se burla de la situación- el resto estamos muy esperanzados. Después de ver el daño que genera este virus, la posibilidad de vacunar a la población en forma masiva y entrar en una etapa de vida más normal es muy alentador”.

Sobre la cuestión política e ideológica respecto de Rusia, el médico planteó que “son las clásicas prejuzgadas de algunas mentes estrechas que miran el país de dónde provienen para decir si es buena o mala, como si un país como Rusia o como China no pudieran tener desarrollo científico”. “Parecería que solo tiene que ser una vacuna generada en Occidente para que sea fiable como si el resto del mundo no hubiera tenido en estos años su propia medicina, sus propias vacunas y su propia terapéutica”, planteó.  

De todos modos, apuntó que “no se sabe finalmente cuál de todos los participantes de esta carrera contra reloj llegue primero o segundo con la vacuna; siempre miro el vaso medio lleno y me alegra que haya una carrera de este tipo entre todos los laboratorios para ver quién puede completar la última fase y poder inmunizarnos”. “En todos los países se van haciendo pre-convenios con distintos laboratorios, esperanzados porque la situación es muy compleja en todos lados”, sentenció.

Al respecto ejemplificó que “los compañeros de Francia me dicen que por la segunda ola están cerrados todos los quirófanos y Francia tiene 6.000 unidades de camas de terapia intensiva y hoy 3.500 están ocupadas por Covid y prevén que para fines de noviembre el Covid ocupará 8.000. Por eso cada gobierno arma su propia estrategia de garantizarse vacunas y hace una apuesta a cada una de las corrientes existentes”.

Consultado por la cantidad de casos que aumentaron en el verano europeo y la posibilidad de una segunda ola en el verano argentino, aclaró: “No puedo adivinar cómo este virus tan inteligente y tan estratega va a atacar a nuestra población, pero mirando lo que pasa en el hemisferio norte es que el verano permitió el intento de volver a la normalidad porque el ser humano necesita juntarse, encontrarse, viajar, y el verano europeo generó esto que está apareciendo ahora con más intensidad que antes, aunque también con más experiencia. Ante eso, es probable pensar que acá ocurra lo mismo”.

Sobre la baja de casos aun sin restricciones en la circulación como sucede en Paraná en los últimos días, indicó que “el virus se ameseta, no se sabe por qué ni cómo; y la única ventaja que tenemos en el hemisferio sur es que vamos viendo la película en el hemisferio norte”.

En otro orden de cosas, destacó las bondades de la telemedicina “que se disparó exponencialmente en este tiempo de pandemia” y definió que “es una fantástica herramienta de ayuda y de complemento al ejercicio convencional de la medicina”.