El especialista del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), Juan Nobile, brindó detalles de los trabajos que se desarrollan en Crucecita Séptima para buscar a la familia Gill.
El especialista del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), Juan Nobile, brindó detalles de los trabajos que se desarrollan en Crucecita Séptima, departamento Nogoyá, para buscar a la familia Gill.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Nobile comentó que el contacto inicial con el EAAF “estuvo a cargo de Gustavo Acosta, titular del Juzgado de Nogoyá, quien se contactó con el equipo porque después de 17 años y distintos tipos de pericias no se había llegado a ningún resultado acerca del paradero de esta familia”.
Sobre el trabajo propiamente dicho detalló: “Evaluamos el caso, nos introdujimos en la causa que tiene una gran cantidad de cuerpos y mucha pericias desarrolladas, y a partir de ahí coordinamos la intervención del EAAF y el SiFeBu que es el Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas, que lo integran varias fuerzas nacionales. A partir de ahí, estuvimos viendo el terreno, hicimos un par de visitas, había un lugar puntualizado por un testigo y en función de eso comenzó una serie de trabajos que básicamente consisten en revisar el subsuelo para ver si hay presencia o ausencia de restos óseos”.
En cuanto al tiempo que llevará el trabajo, sostuvo que “en cuanto a la revisión puntual será hasta el fin de semana en la zona en campo pero el trabajo continúa elaborando estrategias de búsqueda, haciendo más entrevistas y buscando algún otro elemento para ver si se puede puntualizar otro lugar de excavación”. “En principio sería eso porque varias pericias sobre el caso ya habían sido realizadas por otras fuerzas”, aclaró.
Asimismo, explicitó que “como son causas en las que intervenimos por un fundamento humanitario –de tratar de recuperar restos de personas desaparecidas- no tienen una fecha de caducidad o de vencimiento, la búsqueda continua permanentemente en función de que se generan distintos tipos de datos que ameriten la intervención en campo”.
Ante ello, admitió que “la expectativa es grande en el sentido de que cuando comenzamos un trabajo se esperan resultados para satisfacer la demanda de los familiares que están en la permanente búsqueda de sus seres queridos desaparecidos”.
No obstante, dijo que “en este tipo de casos de desapariciones recientes, lo que implican básicamente es mucho tiempo de búsqueda y muchas intervenciones que también dan negativas pero eso implica seguir buscando, es decir que no ponemos un tiempo definitivo para dar por terminada la búsqueda”.
Respecto de la labor etnográfica que desarrollan, mencionó que en este caso puntual “en la medida en que uno de los principales sospechosos, que era el dueño del campo, falleció empezaron a aparecer otros testimonios y acercamientos a la justicia que nos van llevando a la posibilidad de hacer trabajos en otros lugares”. “De haber estado durante 17 años en la búsqueda y luego haberse frenado, ahora aparecen expectativas de otros posibles lugares. El trabajo etnográfico es fundamental, todo lo que son entrevistas con los pobladores y la gente del lugar y de todo aquel que se quiera acercar a hablar sin que esté condicionado por algún tipo de investigación judicial, y es así que se realizan entrevistas antropológicas básicamente”, se explayó.
Sobre el lugar donde se realizan actualmente las excavaciones, Nobile comentó que “hay un testimonio de que vieron a una de las personas desaparecidas haciendo un pozo en un lugar extraño, a la vera del arroyo. Ese es uno de los principios de testimonios por los cuales queríamos revisar ese sector, de todos modos este martes se comenzaron a realizar las excavaciones y hasta el momento no tenemos ningún tipo de indicio”.
El EAAF
El EAAF comenzó su trabajo en 1984, hace 35 años, y Nobile se desempeña en él desde 2005. “El equipo comenzó trabajando en la búsqueda de NN víctimas de la dictadura militar y en estos años se trabajó en otras partes del mundo, especialmente en países que han tenido violencia política o institucional, y se intervine en más de 50 países alrededor del mundo. En Argentina, en casos de dictadura, inhumaciones clandestinas en centros clandestinos de detención que son casos bastante complejos, exhumaciones en cementerios”, relató.
No obstante, afirmó que “los casos más complejos son los de desapariciones recientes, como la familia Gill, Paula Perassi o Luciano Arruga, son distintas causas en las que básicamente no hay mucha información y son las que más se complejizan”.
Mencionó que el EAAF actúa como formador de equipos de antropología de otras partes del mundo. “Tenemos una Escuela Latinoamericana de Ciencias Forenses, con sede en el EAAF, donde viene a capacitarse personal de otros países. Hay equipos en Perú, en Guatemala, se están generando en México y estamos trabajando mucho con países africanos en la formación de equipos. En Argentina también están funcionando otros equipos que colaboran en la parte de inspección, excavación como el de Tucumán y en muchos casos somos formadores de ellos”, puntualizó.
Asimismo, señaló que “el cuerpo estable del Equipo Argentino de Antropología Forense es de 50 personas, y en cada lugar o país donde vamos a trabajar formamos a estudiantes y gente que colabora con nosotros, y vamos generando colaboración con equipos locales”.
Por último, contó que el EAAF “es multidisciplinario y lo integran sociólogos, historiadores, arquitectos, criminalistas y antropólogos en sus distintas áreas: antropólogos sociales, bi-antropólogos que hacen el trabajo en laboratorio, arqueólogos, y desde hace unos ocho años sumamos genetistas”.