Luego de más de dos años de debate, más de 100 testigos y unas 300 jornadas; el Tribunal Penal Colegiado 2 absolvió a las nueve acusadas, dos de ellas monjas, por abusos sexuales contra niños hipoacúsicos o por omitir la denuncia de los hechos ocurridos en el Instituto Próvolo. La fiscalía y la querella habían solicitado penas de 3 a 25 años de prisión.

Se trata de las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, así como las exdirectoras y empleadas del instituto Graciela Pascual, Gladys Pinacca, la cocinera Noemí Paz. La absoluciones sí eran esperadas para otras cuatro  imputadas, que llegaron sin pedidos de pena ni por parte de la fiscalía ni de la querella. Se trató de las empleadas Valeska Quintana, Laura Gateán y Cristina Leguiza; y la psicóloga Cecilia Raffo.

En este, el tercer juicio por los abusos del "Caso Próvolo", las juezas Gabriela Urciuolo, Belén Salido y Belén Renna dieron a conocer las absoluciones en la audiencia que se desarrolló en las instalaciones del juzgado ubicado en el Polo Judicial Penal de la ciudad de Mendoza. Las víctimas y familiares que seguían el juicio en una de las salas se mostraron desoladas y quebraron en llanto.

En el juicio oral que había comenzado el 3 de mayo de 2021, la máxima acusación recaía en sobre Kosaka, imputada por seis casos como partícipe primaria en cinco de ellos y como autora en otro, por lo que la fiscalía había pedido 25 años de prisión.  En sus últimas palabras, previa a la decisión final del Tribunal, Kosaka apuntó contra el Poder Judicial y los medios de comunicación y aseguró ser "los responsables de esta condena social que hoy cargo".

En tanto, en el debate por la responsabilidad penal por omisión de denunciar abusos sexuales, el fiscal Alejandro Iturbide y la querella había solicitado 18 años de prisión para Graciela Pascual (65), ex representante legal del Próvolo y 10 años de prisión para la monja Martínez e inhabilitación para ejercer la docencia.

En el caso de la ex directora Gladys Pinacca y la cocinera Noemí Paz, solicitaron la pena de 3 años de prisión condicional, acusadas por el delito de omisión de prestar auxilio y encubrimiento agravado.

El primer juicio por el "Caso Próvolo" fue un abreviado, el 25 de septiembre de 2018, en el cual el monaguillo Jorge Bordón y exempleado administrativo en el Instituto confesó la autoría de los hechos y recibió una pena de 10 años de prisión.

En tanto, el segundo, el 25 de noviembre de 2019, fue el que condenó a los curas Nicolás Bruno Corradi a 42 años de prisión y Horacio Corbacho Blanc a una pena de 45, mientras que el jardinero Armando Ramón Gómez recibió 18 años de prisión.

Los casos de abusos en el Instituto Antonio Próvolo, en la localidad mendocina de Lujan de Cuyo, salieron a la luz en noviembre de 2016, lo que derivó en el cierre del predio y la instrucción de la megacausa.

(Página/12)