Si hay una imagen que expresa de manera indubitable el deterioro de un Estado ausente, esa es la que refleja el abandono de la escuela pública.

Padres, alumnos, directivos, docentes y vecinos ayer a las 18 expresaron el malestar por la orfandad que padece la Escuela Secundaria N° 2 “Profesor Pablo Haedo” de Gualeguaychú en materia de infraestructura.

Con una matrícula de aproximadamente 450 alumnos distribuidos en dos turnos, los sanitarios de los varones funcionan con un solo cuerpo; mientras que el de mujeres también exhibe la clausura de sus instalaciones y los inodoros que pueden utilizarse deben limpiarse a mano por parte de los alumnos arrojando agua con un balde.

Siglo XXI, en pleno corazón de Gualeguaychú, una escuela pública de la jerarquía de la Pablo Haedo y el Estado provincial que es incapaz de garantizar elementales como básicos funcionamientos sanitarios. Ni qué hablar de la humedad de sus aulas, el deterioro de sus paredes y una infraestructura tan calamitosa que ofende la dignidad humana, publicó el diario El Argentino.

Las autoridades educativas y de distintas áreas provinciales deberían avergonzarse en este 2020 por presentar una institución educativa en estas condiciones. Que alguien le avise al gobernador Gustavo Bordet que -en este caso-, sus funcionarios no funcionan.

La Escuela está ubicada en Avenida 2 de Abril y Puerto Argentino, y ayer la comunidad educativa, realizó un abrazo simbólico, reflejando que es el común ciudadano quien sostiene la escuela pública ante un evidente desamparo por parte del Estado.

Se habla mucho de la deserción escolar. Y hay razones más que suficientes para alentar ese análisis y reflexión. Sin embargo, poco y nada se habla de la deserción del Estado o de la apatía de los funcionarios públicos que deberían adoptar un compromiso más concreto y real con la escuela pública.

No es la primera vez que la comunidad educativa de la Pablo Haedo realiza esta clase de llamamiento. En julio de 2018, también realizó una protesta similar, y a juzgar por la continuidad de los problemas en el tiempo, ahora la preocupación se torna crónica y advierten que el ciclo lectivo se iniciará con baños en pésimas condiciones, con aulas que también exhiben el déficit de infraestructura, la falta de mantenimiento y el desdén de las autoridades del Consejo General de Educación y del Ejecutivo provincial; cuya gestión de Gustavo Bordet nunca cumplió con el compromiso de ampliar el edificio con la construcción de seis aulas, cuerpos de baños, una sala para profesores y un salón de usos múltiples. Se adjudicó la obra, pero nunca se ejecutó.

Habría que recordarles a las autoridades educativas que el Colegio Pablo Haedo tiene un carácter inclusivo e integrador, y recibe a estudiantes con capacidades diferentes. Del mismo modo, hay que transmitirle la memoria activa de que en la realidad carece de elementales baños adaptados para esas necesidades e incluso los que deberían funcionar están clausurados por falta de agua y otros problemas que nunca de solucionaron.

El petitorio

La comunidad educativa ayer firmó un petitorio para que la directora del Colegio, profesora Anahí Baigorria, arbitre los medios necesarios para garantizar el acceso a la Educación en condiciones dignas.

“Nos hemos visto sorprendidos días pasados por las publicaciones que circularon en diferentes redes sociales del estado en el que se encuentra la Escuela, en particular los baños, lugar al que deben concurrir diariamente más de 400 alumnos, donde se puede apreciar que no hay agua para la correcta descarga y limpieza de los sanitarios”, describe el petitorio la orfandad de esa institución educativa.

“No hay sanitarios suficientes en el baño de varones y no cuenta con baños aptos para la inclusión educativa, el cual es de suma importancia ya que concurren alumnos que necesitan por cuestiones de salud extremar las medidas higiénicas al momento de realizar sus necesidades”, destacó el petitorio para dar cuenta de la angustia que padece la comunidad educativa.

“También, quienes pasamos asiduamente por la Escuela podemos apreciar que el patio una vez finalizada la jornada se convierte en tierra de nadie, donde hay chicos jugando al fútbol, skate y aún más grave caballos dentro del predio, situación que se da debido a que no cuenta con un correcto cercado perimetral, lo que ocasiona que se amanezca con vidrios rotos, rejas y puertas aflojadas y suciedad de todo tipo”, reclaman también en materia de seguridad.

“Por todo lo expuesto y ante un inmediato inicio del ciclo lectivo, consideramos justo hacer ver nuestro reclamo, exigimos se nos informe en qué estado se encuentra la Licitación de Obras cuyos sobres se abrieron el 31 de julio de 2019 y donde se especificaba un plazo de ejecución de obras de 240 días corridos”, reclaman.

“Nuestros hijos valen y necesitan estudiar en condiciones dignas. Exigimos respuestas concretas, no arreglos o parches transitorios. Basta de promesas incumplidas. Edificio ya”, concluye el petitorio firmado por la comunidad educativa.