La periodista y concejal del Frente Progresista de Rosario, Susana Rueda, describió la realidad de la ciudad en el contexto de la segunda ola de contagios de coronavirus.  

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Rueda sostuvo que “en los últimos días hubo una leve baja de casos, lo que tiene que ver con la forma en que se registra los fines de semana porque bajan los testeos,  pero hace 10 días había arriba de 1.000 casos diarios y desde hace unos días es una buena noticia estar arriba de 700, con nueve muertos en la jornada de ayer”.

Describió que “lo que sigue preocupando, por eso difícilmente haya modificaciones en cuanto a las restricciones en los próximos días, es el nivel de camas críticas que está al tope, en el 100%, y las camas generales al 94%, de las cuales por Covid está ocupado el 46%. Casi la mitad de las camas críticas ocupadas son por razones vinculadas al Covid, a pesar del descenso en la movilidad que hace que bajen los siniestros viales”.

“Preocupa que hay muchas camas críticas ocupadas por Covid, y hay mucha gente más joven afectada por Covid y que termina internada con asistencia respiratoria mecánica y que ocupan más tiempo las camas críticas. Y además el 30% de esas camas están ocupadas por personas que no son de Rosario, sino que son de toda la provincia porque los hospitales son centro de referencia”, agregó.

Consultada por el resultado de las restricciones, mencionó que “son a partir de las 19 pero hay mucha gente que tiene permiso para circular, los bares pueden estar abiertos hasta las 19, pero veo que hasta las 20 por lo menos hay una circulación muy importante de autos. Hay controles ubicados en distintos lugares de la ciudad pero no son a todos los autos sino que son bastante puntuales, y hubo permisos otorgados. En las plazas y parques hay controles porque la gente puede circular, caminar o andar, pero no puede quedarse”.

Refirió que “los bares no están muy controlados y la realidad es que no están trabajando al 30% sino que trabajan completos tanto afuera como adentro”. “Entiendo que es difícil la situación de los gastronómicos, entiendo la situación de todos respecto de la economía y de la necesidad de seguir parando la olla pero con este nivel de camas críticas, todo es protestable y debatible hasta el momento en que tenés que internar a un familiar y no conseguís camas. Ese es el momento en que todas las protestas y las demandas vinculadas con lo económico se te viene todo abajo”, apuntó.

“Y también cuando vas a los comedores en los barrios y ves que siguen trabajando a pesar de todo, rebuscándose como pueden, porque cada vez tienen más gente que les pide un plato de comida, y no están teniendo una buena asistencia de la provincia”, acotó.

De todos modos, sostuvo que “las restricciones sirvieron para bajar los casos porque estábamos arriba de 1.000 y ahora ya hace varios días que tenemos unos 700, pero las camas críticas están al 100% y no hay forma de flexibilizar en este contexto”. “Hay reclamos de sectores gastronómicos, gimnasios y otros que quieren abrir pero cuando hay necesidad de internar a alguien, es muy difícil conseguir cama en Rosario en este momento. Eso es lo más complicado que tenemos hoy en Rosario, en una ciudad que tiene una estructura sanitaria ejemplar y que funciona muy bien. Pero el problema es que hay gente joven internada que ocupa más tiempo la cama, y eso complejiza más la atención”, referenció.

En otro orden, dijo que “la vacunación está avanzando bien desde la semana pasada, desde el Concejo hubo muchos reclamos para la descentralización de la vacunación, que es una recomendación de la Organización Mundial de la Salud y que en Rosario no se estaba dando porque solo se vacunaba en la Rural” pero destacó que “desde el viernes pasado, se está vacunando en los centros de salud y está funcionando muy bien, llegando turnos para personas de entre 18 y 59 años sin comorbilidades”.

Sobre la gestión de la pandemia por parte del gobernador Omar Perotti, definió que “es lamentable y muy doloroso lo que se está viviendo” y aseveró que “los números hablan por sí solos: si tenés un superávit de casi cinco puntos durante 2020 cuando hubo muy poca gente que pudo pagar y muchísima gente que necesitó asistencia es porque algo no estás haciendo bien, porque tenés mucho dinero guardado y hay mucha gente que necesita ayuda”.

En ese marco, resaltó la falta de asistencia de la provincia hacia los sectores más vulnerables: “El reclamo es dolorosísimo porque tenían ayuda de la provincia y de la Municipalidad y eso se cortó. Hay programas que fueron interrumpidos desde que asumió Perotti en 2019, simplemente porque tenían el signo del Frente Progresista, como el Plan Abre, el  Programa Nueva Oportunidad, el Vuelvo a Estudiar, que fueron revolucionarios en la provincia y un ejemplo a nivel, nacional”.

Al respecto, consideró que “cuando interrumpís programas sociales y hacés un descalce de cambio de autoridades sin darle continuidad a los programas sociales que funcionan bien, y en medio de una crisis todo se descalabra” y en ese contexto advirtió que “el narcotraficante encuentra mano de obra barata en los pibes que antes tenían la contención del Estado y ahora no la tienen más”.

“Esa participación multidisciplinaria en los barrios, esa penetración del Estado en los barrios, cuando el Estado se retira es copado por los narcos. La degradación en los barrios es alarmante y a pesar de eso las organizaciones sociales trabajan remando contra la corriente. Es muy doloroso transitar el territorio ante la ausencia del Estado, y la Municipalidad hace lo que puede”, describió.