El diputado nacional Álvaro De Lamadrid (UCR-Buenos Aires) analizó la actualidad política y los movimientos de la Justicia que benefician a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), De Lamadrid dijo que ve “con preocupación e indignación” lo que sucede en la Justicia para beneficiar a Cristina Kirchner pero planteó: “Sabíamos que esto era lo que íbamos a enfrentar desde la vicepresidente retomó el gobierno”.

“La única política de Estado del gobierno es la que le interesa a la vicepresidente que es desmontar y cerrar todas las investigaciones con cuantiosas pruebas que la complican judicialmente, y en una continuidad del gobierno de Juntos por el Cambio hubiesen determinado lo que es su destino: la cárcel o el exilio. No por una situación de venganza sino porque claramente había procesos de elevación a juicio oral, pedidos de detenciones, órdenes de captura, que habían sido suspendidas porque la vicepresidente tenia fueros y lo pudo evitar. Esto no es nuevo y lo que le está pasando a la vicepresidente no surge de este último tiempo, sino que tiene todo ese antecedente”, refirió.

El legislador recordó que vivió en Santa Cruz desde 1998 a 2009 “cuando los Kirchner ni siquiera pensaban llegar al poder nacional” y rememoró que “en 1999, cuando ganó (Fernando) De La Rúa las elecciones nacionales, adelantaron las elecciones a marzo porque si perdían, iban presos por la corrupción de Santa Cruz, la obra pública y los fondos de Santa Cruz, y habían puesto a (Carlos) Zannini de presidente de la Corte provincial por si perdían, cuidarse las espaldas”. Como ejemplo, aseguró que “los hoteles ya se levantaron sobre corrupción, siempre estaban vacíos y se buscaba generar un mecanismo para blanquear algo de todo ese dinero, eran una cascara vacía para blanquear ingresos”.

En este contexto definió que “en Argentina o hay Argentina o hay Cristina, las dos cosas son incompatibles”. “Nuestro país es uno de los únicos del mundo en que si le va bien al gobierno, le va mal a su gente, eso sucede en Venezuela, en Cuba, en Nicaragua, en Formosa, en Santa Cruz. En la mayoría de los países civilizados y democráticos, cuando le va bien al gobierno, le va bien a sus ciudadanos”, advirtió.

De Lamadrid afirmó además que lo sucedido en la justicia con los sobreseimientos de Cristina Fernández “sienta el precedente del barbarismo político, el poder atropellando y llevándose por delante la ley. Cristina evade esta investigación y logra un sobreseimiento que es claramente fraudulento, porque es forzado y no respeta nada de lo que hay en los expedientes, ya que  ni siquiera se haría el juicio oral  público. Es sobreseída de manera extra proceso, logrando algo que no lograría ningún argentino”.

“Lo mismo pasó con la causa del Memorándum con Irán, que le dieron lugar a apelaciones improcedentes que no las consigue nadie y pudo hablar incluso desde el despacho del Senado retando a los jueces. Es decir, obtiene estos sobreseimientos y cierra las causas de manera indebida, y el procedimiento genera una jurisprudencia lamentable. La jurisprudencia significa prudencia fundada y acá se rompe eso porque no hay ningún fundamento”, expresó.

Del mismo modo, ejemplificó “la locura que se vive en Argentina: hay otra causa por la utilización permanente y sistemática que hacía Cristina de los aviones presidenciales para ir a Calafate, para llevar muebles para sus hoteles, para llevarse los diarios, a los amiguitos de Florencia, a los funcionarios, usándolos como taxis para cosas que eran particulares y no hacían a la esencia del cargo. Y ahora, sin ser presidente, sigue usando esos aviones de la misma manera para ir al sur, riéndose y burlándose de la Justicia; además haciéndose dar por el Estado dos pensiones millonarias que no corresponden”.

“Cristina es una empresaria publica que se ha acostumbrado hace más de 30 años a no para ni un café porque se los hace pagar al Estado”, resumió.

Ante todo esto, De Lamadrid planteó: “Vengo escribiendo, haciendo denuncias, haciendo un gasto personal muy enorme, poniéndome en peligro, porque en realidad la pelea no es contra los Kirchner, como si uno tuviera algo personal, una animosidad, una inquina, es contra quienes no respetan la división de poderes y demás. Porque la dirigencia política nace y se desarrolla en la sociedad que representa y nuestros dirigentes –en este caso los Kirchner- son el resultado de la mentalidad que los genera, y que está en la sociedad”.

“El drama que tenemos en Argentina es que esta falta de justicia demuestra que somos una Nación pero no somos una República porque no hay división de poderes, rendición de cuentas, y el poder también es parte del proceso de investigación judicial y no está por fuera de la ley. No tenemos una República porque las decisiones las toma una persona, porque el Parlamento no funciona, ya casi ni se discute porque se delegó en la vicepresidente la capacidad de decidir o de pensar. Los argentinos estamos sucios y con el agua lejos. Y la tarea es concretar la República”, describió.

Al respecto, aseveró que “es enorme el trabajo que nos tenemos que dar y es importantísimo el tránsito que vamos a vivir de acá al 2023, porque esto va a seguir y en el ‘23 nos jugamos la última oportunidad de la Argentina, porque si esto persiste y logra una continuidad temporal del poder, va a ser muy difícil vivir en situaciones de mínima normalidad. Y lo que es peor, vamos a recordar este tiempo presente como una época en que éramos felices al lado de lo que puede venir”.

Por último, advirtió que “el gobierno no quiere dialogar, no tiene vocación democrática, lo que quiere es ganar tiempo, licuar una derrota electoral, sacarse fotos que socialicen lo que viene; que es Cristina tratando de evitar quedar como responsable y culpando a Alberto, está claro que viene un ajuste, una devaluación, un arreglar con el Fondo para lo cual el gobierno ha perdido tiempo”.

“El gobierno nos dice que perdimos cuando ganamos, imagínate si nos peleamos, si la oposición entra en una guerra de egos, de veleidades, de vanidades. Por eso acá no se pueden anteponer proyectos personales en desmedro de lo que se juega en el país. El desafío es muy grande por eso creé Recambio, que es una línea interna del radicalismo pero dentro de Juntos por el Cambio para dar el debate sobre lo que debe hacer la oposición y cuál es el rumbo correcto que hay que mantener hasta el 2023. Porque ahora la gente nos va a exigir más, porque se ganó la elección, y se pone la lupa en qué va a hacer Juntos por el Cambio”, concluyó.