La Administración General de Puertos (AGP), que actualmente tiene a su cargo el control de la operatoria de la hidrovía Paraná-Paraguay, habilitó sólo a su actual contratista Compañía Sudamericana del grupo belga Jan de Nul para pasar la instancia técnica en el llamado a licitación corta que tiene como fin la prestación del servicio de dragado de mantenimiento de la vía navegable. La decisión, que fue tomada la semana pasada, dejó afuera a otras tres empresas que se presentaron para cumplir esa tarea y le dio curso al grupo con el que AGP viene trabajando desde que se hizo cargo del manejo del sistema de navegación troncal.

En el momento en que venció la concesión del dragado y balizamiento de la hidrovía el año pasado, una actividad que estaba en manos de Jan de Nul y del consorcio argentino Emepa, la AGP se hizo cargo del sistema de navegación troncal y contrató los servicios de la primera para continuar con las tareas de dragado de la vía navegable. Una tercerización que estaba prevista por el Estado cuando se hizo cargo del manejo de la hidrovía.

Luego, lanzó una licitación pública (Nº 13/2021) para contratar este mismo servicio con un presupuesto de 80,2 millones de dólares.

Para la prestación de este servicio se presentaron las compañías: UT Dredging International NV Suc. Arg. Dredging International Argentina, CCCC Shangahi Dredging Co Suc. Arg., Servimagnus SA; Unión Transitoria (UT en formación); Compañía Sudamericana de Dragados; Rohde Nielsen A/S Suc. argentina - Emepa SA - Unión Transitoria; y Boskalis International B.V sucursal argentina.

Una vez analizadas las ofertas técnicas presentadas, la AGP sólo calificó a Compañía Sudamericana de Dragados, de Jan de Nul, para avanzar en la segunda instancia que consiste en la presentación del sobre dos que contiene la oferta económica “por tratarse de la única oferta válida y ajustarse al pliego de bases y condiciones que rige la contratación en trato”, argumentó AGP.

De este modo, la empresa Jan de Nul pasó de ser concesionaria de la vía navegable cuando se adjudicó la obra hace más de dos décadas a contratista del Estado, ya que le presta el servicio a la AGP en el tramo corto de la hidrovía. Distintos actores del sistema refirieron a diario La Capital que con esta última decisión de ser la única habilitada para realizar el servicio de dragado lo que hace es mantener el statu quo existente, e impedir el ingreso de otros competidores internacionales de la talla de los que se presentaron en el llamado a licitación, grandes jugadores del negocio.

Por otra parte, cuestionan la pérdida del carácter federal del sistema de navegación troncal, que hoy quedó en manos de la AGP y que en los hechos representa los intereses del Puerto de Buenos Aires.

“El gobierno nacional vino a la región con la consigna de federalizar la hidrovía y hoy todo el sistema de navegación troncal es una caja de la AGP que cobra el peaje y terceriza o concesiona el servicio de dragado a quienes antes eran los concesionarios como Jan de Nul y Emepa”, indicaron sectores de la región vinculados al negocio.

“Hace 25 años que peleamos para que la principal obra de infraestructura de la Argentina como es el sistema troncal de navegación no quede en manos del puerto de Buenos Aires y ahora lo está con la AGP”, señalaron.

Esos mismos sectores son los que, desde el Gran Rosario, ven con escepticismo la constitución del ente que tiene a su cargo el llamado a licitación pública nacional e internacional por 15 años para la concesión de la hidrovía, cuyo plazo vence el 30 de septiembre próximo.

Según publicó el diario La Nación, dos empresas que se presentaron para la prestación del servicio de dragado impugnarían administrativamente la decisión de la AGP de dejarlas afuera, ya que hoy vence el plazo para hacerlo.

De todos modos, se trata de una licitación por un servicio que es tercerizado por el Estado, en este caso la AGP, y tiene más los rasgos de una contratación privada, ya que no está en disputa la concesión de la vía troncal de navegación.

Sin embargo, se trata casi como una previa de la licitación larga que deberá definirse con el llamado que realizará el ente –todavía no conformado- y en la que los grandes jugadores del negocio quieren jugar fuerte.