"No hay nada”. La respuesta ante la consulta es de Walter, uno de los hijos de Juan José Pocho Morales, el vendedor de quiniela de 66 años que el martes pasado salió como todas las tardes, en bicicleta, por las calles del pueblo con la máquina captadora de apuestas del IAFAS, y no regresó más.

“De mañana repartimos volantes con la foto de mi papá en la ruta 127, con Gendarmería. A la tarde anduvimos buscando por los campos con un grupo de amigos, y a la tardecita volvimos a casa. Cuando cayó la noche, con mi mamá mirábamos el movimiento que hay en la calle a esa hora y no podemos creer que nadie haya visto nada. Ese día hacía calor, estaba lleno de gurises y es imposible que se lo haya tragado la tierra” expresó el hijo de Morales.

A seis días de la desaparición del agenciero, pese a la movilización de personal policial y de toda la comunidad, la familia comienza a sentir el desgaste y el desaliento. Sin embargo, aseguran que no tienen “palabras para agradecer todo lo que están haciendo los vecinos, la Municipalidad y la Policía” para localizarlo.

Del lado de la Policía, se admite que si bien hay varias líneas de investigación, ninguna hipótesis toma la fuerza necesaria como para convertirse en una sospecha firme sobre lo que le pudo haber ocurrido el vendedor de quiniela, que fue visto por última vez pasadas las 20.30 por un hombre de apellido Páez.
Se especuló con un posible accidente de tránsito, pero por el momento no hay pruebas claras de ello.

La fiscal de Chajarí Julia Rivoira ordenó allanamientos en una media docena de casas de San Jaime de la Frontera, pero no trascendió en base a qué sospechas.

“Estoy orgulloso del trabajo que está haciendo la Policía, y agradecido del apoyo de la fiscal, el intendente y los vecinos y amigos de Morales” declaró ayer el jefe departamental de Policía de Federación, comisario Hugo Castañares.

El funcionario –al igual que la fiscal– constituyó su despacho en la comisaría de San Jaime de la Frontera, y está dedicado todo el día a la búsqueda del hombre desaparecido.

Al personal de esa jefatura y de departamentos vecinos que efectúan un rastrillaje en los alrededores de la localidad desde el jueves, se sumaron en las últimas horas unos cien aspirantes a agentes de Policía, que viajaron desde Villaguay.

Puerta por puerta. “Estamos rastrillando de manera más profunda y más distanciados del casco urbano, y además estamos revisando todo el pueblo con una brigada de Investigaciones”, detalló Castañares.

En ese sentido, explicó que los efectivos están abocados a examinar cada una de las aproximadamente 1.300 viviendas del pueblo, con permiso de sus dueños. “Examinamos los patios, los pozos, y la gente reacciona bien. Colabora. Todo el pueblo está preocupado y quiere que aparezca este hombre” señaló el jefe de Policía. Castañares destacó que la presencia de la fiscal de Chajarí en San Jaime facilita las cosas: “Ante cualquier dato que surge, si necesitamos autorización para llevar a cabo una medida, la podemos obtener de inmediato” expuso en declaraciones a El Diario.