
Los dos equipos hicieron gala de sus limitaciones y exhibieron sus discretas actualidades con 90 minutos que apenas sacudieron la modorra. Los dos apostaron a sus armas para buscar prevalecer en el desarrollo. El local jugó a los pelotazos cruzados para Garnier o bien intentó sacar rédito de alguna pelota detenida.
Por el contrario, Boca intentó desnivelar con ese triángulo en mitad de cancha que puso en cancha con Gago-Riquelme-Acosta. Pero el mediocampo Xeneize fue neutralizado por el tandem Braña-Benítez y el circuito se cortó con rapidez.
Quilmes quedó con siete puntos en la tabla, en la última colocación, junto a Arsenal y Racing Club. El elenco de Ricardo Caruso Lombardi lleva tres encuentros sin victorias (un empate, dos derrotas) y sigue en zona de descenso.
Boca, por su lado, a una semana de afrontar el Superclásico con River, mostró una cara desteñida, la misma que lo identificó en lo que va del campeonato, en donde no logra evadir la irregularidad, más allá de esta racha de cuatro cotejos sin perder.
El equipo que dirige técnicamente Carlos Bianchi reúne 12 unidades y está en el lote medio de la tabla, a seis del sorprendente líder, Colón de Santa Fe, consigna TyC Sports.