Juan Cruz Varela
Era una mañana que parecía anticipar un día radiante. Aunque habían pasado unos minutos de las 8, la terminal de Concordia estaba repleta. Algunos, contentos, saludaban a los familiares y amigos que habían ido a despedirlos mientras cargaban las valijas en los baúles; otros, serios, apenas llevaban sus maletines mientras aguardaban la orden de los choferes para abordar. Por los altoparlantes ya se anunciaba la partida del micro: “En plataforma número cinco se encuentra próximo a salir el ómnibus de la Empresa Nuevo Rápido San José con destino a Buenos Aires, pasando por Concepción del Uruguay”. Mientras tanto, en la boletería, el agenciero de otra empresa lanza insultos al aire ante una nueva treta utilizada para quitarle pasajeros.
Histórica empresa familiar dedicada al transporte de pasajeros, San José se ha transformado casi en un coloso a partir de su pase al grupo Flecha Bus, concretado hace algunos años a raíz de una profunda crisis financiera que la había dejado casi en bancarrota, como la mayoría de las firmas que viven genuinamente del transporte. Prácticas monopólicas, competencia desleal y denuncias cruzadas con otras empresas han sido parte del resto de la historia de San José desde ese momento, además del notable crecimiento en la venta de pasajes y del parque automotor, entre ellos muchos de los 92 colectivos que fueron radicados en Jujuy y que tributan el impuesto automotor en dicha provincia, en el marco de una disputa con el gobierno para no pagar una deuda impositiva que ronda el millón de pesos, tal como publicara ANALISIS en marzo pasado.
A fines de 2001, San José pasó a ser además -como parte del grupo Flecha Bus, que incluye decenas de empresas de transporte- gerenciante de la Empresa Central El Rápido Sociedad Anónima de Transporte Automotor y Transportes Automotores Terrestres Argentinos (TATA), a raíz de la quiebra de ambas, por lo que a partir de marzo de 2002 la Secretaría de Transporte de la Nación le otorgó la explotación de los servicios que tenían dichas firmas en quiebra, en principio en forma provisoria.
Así, la empresa se hizo de una gran cantidad de frecuencias diarias y semanales que tenían como destino final o punto de partida la terminal de Retiro, pero que atravesaban las provincias de Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Santiago del Estero, Chaco y Salta, en corredores muy importantes por el flujo de pasajeros que transportan.
Si bien se trataba de servicios nacionales, la mayoría de ellos implicaba realizar tráfico de pasajeros en corredores provinciales, lo que en Entre Ríos motivó una airada protesta de empresas que competían en esas líneas dado que la explotación de dichos servicios debe ser autorizada por la Dirección de Transporte provincial, de acuerdo a lo establecido por la Ley Número 8.897.
En las denuncias presentadas ante la Dirección de Transporte consta que la Empresa San José realiza tráfico interjurisdiccional de pasajeros en servicios otorgados por la Nación sin ningún tipo de autorización por parte del organismo provincial; establece superposiciones de horarios de tráficos intencionalmente, de manera tal que los colectivos salgan de las estaciones minutos antes que la competencia, lo que implica también levantar a todo aquel pasajero que tome el colectivo en la ruta, una práctica que transportistas llaman “barrido”; aplica tarifas con descuentos imposibles de igualar para la competencia, e inclusive se llegó hasta el punto de ofrecer el pasaje de vuelta en forma gratuita en algunos servicios, todo esto causando gravísimos perjuicios económicos contra las empresas de la competencia, especialmente en la costa del Uruguay.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
