Por Juan Cruz Butvilofsky - De ANÁLISIS

La empresa maderera Egger se había comportado mal. Había despedido a parte de sus trabajadores, incluso a quienes tenían inmunidad sindical. De hecho, la cuestión de la representación gremial era uno de los problemas: la empresa pretendía desconocer las decisiones de los trabajadores de ser representados por un sindicato distinto al que tenía acuerdo con la patronal. 

Fueron 6 meses de lucha de los trabajadores mientras la empresa sólo respondía de manera negativa. Ni en las instancias directas con los trabajadores despedidos, ni en las instancias en Secretaría de Trabajo. La empresa no quería reincorporar a los trabajadores y delegados despedidos. 

Egger no quiere dialogar e informó a la Secretaría de Trabajo que no dará marcha atrás con los diez despidos

La cosa debió judicializarse y allí arribó a un buen puerto para los trabajadores: "No cabemos en nuestros cuerpos de felicidad. Frases como 'la unión hace la fuerza' y 'la única lucha que se pierde es la que se abandona' hoy cobran para nuestras familias un sentido único. Después de 6 meses de espera y trabajo en busca de justicia, sale la sentencia favorable a los trabajadores despedidos. Ésta resulta en la reincorporación de los trabajadores en el plazo de 3 días", relataron los trabajadores en redes sociales. 

Los trabajadores le agradecieron al MST-Nueva Izquierda y al Polo Obrero "que en todo momento nos acompañaron en esta lucha, que sólo busco verdad y justicia, que se peleó hasta el último momento por nuestros derechos como trabajadores". Además, destacaron al abogado representante de sus intereses, Enrique Chioveta y celebraron el fallo del juez Roberto Masara, a cargo del Juzgado Laboral N° 4, que senta jurisprudencia válida y positiva para los trabajadores.