El periodista de Rosario, Germán De los Santos, se refirió a la imparable ola de violencia y asesinatos que se vive en esa ciudad santafesina y dio detalles de todas sus implicancias en la sociedad y la política.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), De los Santos dijo que el personal de Gendarmería que enviará el gobierno nacional “se suma a los que ya estaban”. De todos modos, mencionó que “en realidad no se ven demasiado en la ciudad pero como una salida que siempre se usa cuando Rosario entra en crisis por el tema de la inseguridad; que los van a poner en lugares donde no se mata la gente, que es el centro de Rosario, y los ponen para que la gente los vea y se tranquilice, pero la situación sigue muy compleja”.

Apuntó que “ya hubo 51 homicidios en lo que va del año, que son menos que el año pasado pero el tema es cómo se producen esos homicidios y en qué contexto”. “El año pasado fue muy grave porque hubo una seguidilla ligada a la banda de Los Monos que comenzó con el episodio del casino donde mataron a una persona y a partir de eso se desencadenó la violencia. Ahora está pasando algo similar, en puntos focalizados de la ciudad, en el oeste y en el sur, especialmente en Villa Gobernador Gálvez que está al lado de Rosario donde la banda de Los Monos quiere el negocio total”, explicitó.

El periodista agregó que “en realidad ya no son los jefes de la banda sino estructuras intermedias que van ganando terreno, son mucho más violentos que los propios jefes y esto genera que en 12 horas mataran a cinco personas el fin de semana”. Detalló que “uno de ellos fue un triple crimen en barrio El Triángulo en la zona sur de Rosario, donde en tres cuadras de tierra desde 2014 hasta ahora mataron a 25 personas”.

Como ejemplo, contó que “ahí mataron a un chico que había salido campeón de boxeo en Panamá en 2016, y que era hijo de una dirigente social de la zona que tiene un comedor comunitario. Este muchacho había instalado allí una escuela de boxeo al que le había puesto como lema ‘Un nocaut contra las drogas’ donde iban los pibes del barrio y eso generó que los narcos lo comenzaran a apretar y lo quebraron. Y terminó adicto a las drogas, la madre lo llevó a hacer rehabilitación pero terminó con un tiro en la cabeza”.

“Esta historia termina como la de mucha gente de esa zona de la periferia de Rosario que parece no tener salir, y que según los especialistas la esperanza de vida es de no más de 26 años”, lamentó.

No obstante, planteó que “la otra cara de esto es que se mata en esa periferia angustiante con una pobreza de más del 50% pero también la violencia alcanza a otros sectores, como el del abogado (Ariel González Zeballos) que se movía en un Mercedes Benz y estuvo procesado en su momento por la causa de la efedrina que tiene a Mario Segovia como principal acusado”. Sumó que “el abogado está acusado de lavar dinero del negocio de la efedrina, causa que está por llegar a juicio. Y además defendió a miembros de la banda de Los Monos que mataron a Esteban Alvarado” y marcó que “lo fueron a ejecutar a las ocho de la noche en una estación de servicios que estaba llena de gente, y queda al lado del club El Torito donde había un torneo de futbol infantil y estaba la zona llena de pibes”.

Por otra parte, De los Santos marcó que “según el fiscal Luis Schiappa Pietra se ve un uso desmedido de la cantidad de balas que se disparan lo que hace que hieran o maten a gente que está fuera de ese negocio, y el año pasado hubo 871 heridos de bala en Rosario. Y el objetivo de ello sería no solo matar al blanco elegido sino generar terror no solo a la familia de la víctima sino a todo el barrio”.

“La estadística que saca el Observatorio de Seguridad Pública es que de los ataques a balazos el 20% de la gente que va a disparar pega en el blanco, es decir que hay un margen de error altísimo”, planteó.

Consultado por la respuesta del Estado ante esta realidad, el periodista sostuvo que “es desde el punto de vista de la seguridad; la crisis social que atraviesa Rosario es que tiene casi el 60% de pobreza que se retroalimenta de este negocio. Hay una economía de subsistencia relacionada a la droga, y hasta ahora la respuesta es despliegue de fuerzas federales y aumentar patrullajes de la policía que tampoco funcionan, pero se desmantelaron los planes sociales que se habían implementado en la última etapa del socialismo, del gobernador (Miguel) Lifschitz, y ahora (Omar) Perotti quiere poner en marcha un plan similar denominado Incluir, pero ya se dejó mucho tiempo a la gente sin nada”.

“Hay que reconocer que es difícil para el Estado competir con esa economía de subsistencia. Y la respuesta del Ministerio de Seguridad provincial ha sido enfocada no tanto desde la seguridad preventiva sino desde la investigación criminal, donde han tenido bastante éxito y no así en lo que es la prevención del delito”, resumió.

Respecto de la figura del ministro de Seguridad, Marcelo Saín, que es fuertemente criticado en la provincia, consideró que “su perfil siempre transitó por la polémica y por lo que decía, pero hay que reconocerle que durante su gestión avanzó sobre algunos puntos que eran intocables en Santa Fe vinculados a la relación de la política, la policía y las mafias”. “En eso se da la causa del juego clandestino, donde se apunta al senador Armando Traferri como uno de los coordinadores del negocio, quien no pudo ser imputado porque el Senado de Santa Fe no le quitó los fueros”, explicitó.

Además, señaló que “hoy muchos sectores están diciendo que no hay control sobre las bases de la policía y que hay una especie de medida de fuerza informal de brazos caídos”. “No sé si es tan así pero la policía tiene menos poder en  la calle porque lo perdió hace mucho tiempo, pero creo que los días del ministro Saín están contados y esta semana es posible que haya novedades por un apartamiento del ministro ya que hay un desgaste de la gestión por el perfil que tuvo y por las críticas de gran parte de la prensa”, opinó.