El secretario de Turismo de Entre Ríos, Gastón Irazusta, describió la realidad del sector en el pasado fin de semana largo y en el inicio de las vacaciones invernales, por lo que marcó las expectativas ante el receso escolar en Buenos Aires y CABA.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Irazusta afirmó que durante el fin de semana largo “hubo un movimiento interesante, dispar todavía en cuanto a la cobertura del mapa entrerriano en materia turística pero con muy buenos números, y alentadores porque el principal aportante de turistas de la provincia que es Buenos Aires todavía no comenzó las vacaciones, y eso genera otro volumen”.

Describió que “así y todo, este fin de semana largo hubo un poco más de 60% de ocupación en la provincia, un movimiento realmente interesante, y con algunos destinos de la provincia que tuvieron mayor impacto por la conjunción que viene imponiéndose en pandemia que es la cercanía y la existencia de grandes lugares abiertos. Y así hubo destinos como Gualeguaychú y otros de la costa del Uruguay con la modalidad de excursionista, como es el caso típico de Victoria con los turistas de Rosario que llegan a pasar el día y regresan a sus domicilios”.

Indicó además que el nivel de reservas “todavía no es todo lo contundente que desearíamos pero hay que aclarar que nos espera un periodo de vacaciones que no es comparable con lo que se podía observar en pre pandemia”. “Hoy todavía estamos atravesados por la pandemia y el periodo de vacaciones es en convivencia con eso, con todo lo que esto implica en materia de previsibilidad, de seguridad y demás que es una limitante muy fuerte. Poco a poco se observa una curva ascendente en materia de reservas pero se viene demostrando que se toma poca previsión o poco plazo para organizar la salida turística; y parte de nuestra ventaja como destino que es estar cerca de los grandes centros urbanos por eso se espera hasta último momento, observando qué sucede con el contexto y en función de eso se van tomando las decisiones de la salida”, analizó.

“La salida turística se organiza con menos tiempo de anticipación, pero estamos en una curva ascendente y se va a marcar más cuando empiecen las vacaciones en Buenos Aires”, sentenció.

Respecto de las visitas de los turistas a familiares, el funcionario refirió que “los efectos psicológicos de la pandemia también marcaron un antes y un después en estos comportamientos; hay cuestiones que responden a las presiones psicológicas de este tiempo de pandemia y es real que poco a poco se da más la posibilidad de reconectar con lo familiar, con lo conocido, de volver al lugar de origen, y también esto se traduce en los productos turísticos, hay mayor demanda de los destinos que reconecten con los espacios abiertos, con lo natural, lo típico, lo tradicional, con lo conocido”.

Por otra parte, sobre las consecuencias de la pandemia en el sector planteó que “hoy hay dos franjas: quienes debieron cerrar y no van a reabrir sus puertas –que hay más del 20% de casos-  y hay otros que han ido cerrando por periodos y de acuerdo a los picos vacacionales se animan a reabrir sus puertas o se reconvierten de alguna manera, y eso se está viendo mucho en esta temporada de invierno”.

“Esperamos que con el avance de los días y los meses y en un periodo que nos permita ir dejando atrás la pandemia entendemos que ese proceso de recuperación se ira acentuando. Es parte de las heridas que ha dejado la pandemia en el sector turístico”, sentenció.

En cuanto al accionar ante la aparición de casos positivos, Irazusta sostuvo que “gran parte del año pasado fue generar una veintena de protocolos para los servicios turísticos, luego hubo un proceso de asimilación y finalmente se comprobó en vacaciones de verano o Semana Santa donde se manejaron volúmenes de turistas muy importantes, el compromiso del sector turístico para poner en práctica estos protocolos, para respetarlos y no hubo mayores inconvenientes”.

“Los protocolos están, se sabe de qué manera actuar y aislar ante la aparición de un caso, y nos ha permitido trabajar todos estos meses en un contexto de convivencia con la pandemia de muy buena manera; por supuesto que no hay que bajar la guardia y eso es algo que el sector turístico tiene muy claro porque este proceso de recuperación que se comenzó a transitar, que es muy lento y va a llevar mucho tiempo, se sostiene en la medida en que se pueda trabajar. Y también, por otro lado, reforzar permanentemente el mensaje para quienes nos visitan para que tengan una actitud responsable en estas cosas que ya manejamos todos, de saber cómo comportarnos en materia de seguridad sanitaria”, concluyó.