Guillermo Smaldone, imputado en la causa Urribarri-Cardona Herreros por presuntas coimas, pidió su sobreseimiento. Formalizó la solicitud como una cuestión preliminar, en el marco de la instancia de remisión a juicio de la causa. El exministro de Trabajo requirió ser desvinculado ante el juez de Garantías N°6, Julián Vergara, que controla la legalidad del proceso.

“Estoy en mi triste condición de imputado”, dijo al abrir su alegato este jueves y fundamentó su pedido en tres ítems: nulidad, revocatoria y atipicidad del delito. Cuestionó que buena parte de la información colectada para esta causa se haya producido en el marco de otra investigación por corrupción. Se refirió así a los allanamientos en las oficinas de las empresas de Cardona Herreros en Buenos Aires, autorizados en la pesquisa por presunto enriquecimiento ilícito contra el exgobernador.

Desconoció una de las líneas telefónicas que los fiscales le asignan en la imputación. Aseguró que el número terminado en 815 era de trabajo, que no tenía sus redes sociales abiertas allí y que lo usaban otras personas. Apuntó contra el informe pericial informática y dijo que es “una imagen forense de los datos almacenados”. “Fiscalía debió hacer gran esfuerzo. Buscar en esos informes es como buscar en la web sin google. No existe ninguna providencia ni resolución que determine parámetros. Usaron la palabra Smaldone y el número 815. Además fueron a otro legajo y buscaron información, haciendo inteligencia, para encontrar algo. No estoy hablando de persecución, sí un claro señalamiento para buscar en otro legajo prueba que usaron en mi contra en este legajo”, criticó.

Smaldone mostró el video de una entrevista en Fiscalía, en el cual se le preguntó a una testigo por su apellido. “Así buscaron información en contra mía. La Fiscalía construyó esta evidencia que usa en mi contra, que encima es débil y poca. Hicieron un trabajo de ingeniería, es un trabajo hecho de manera arbitraria”, denunció.

Más adelante resignificó la sigla PLM, que los investigadores interpretan “para los muchachos”. “Me llamó la atención la sigla. Antes de saber el significado que le dan los fiscales a PLM, descubrí que cada vez que gobierno pagaba a empresa de Cardona se disparaba un sistema por el cual facturaban monotributos de 155 mil pesos. Entiendo que PLM significa ‘para los monos’ (es decir monotributos). Esa es la significación que yo encontré. Fiscalía encontró otra”.

“Al pasaje de Sudáfrica lo pagué yo”

En otro pasaje de su extenso alegato, el exministro de Trabajo aseguró que el pasaje para el mundial de Sudáfrica lo pagó él. “Al dato lo sacaron de otra causa y preguntaron en la empresa de turismo. Al pasaje lo pagué yo. Fue en 2010. No era ministro de Trabajo en ese momento. El Ministerio de Trabajo se creó en 2011. No es verdad que se comprara el pasaje para el ministro de Trabajo”, dijo. Smaldone fue funcionario del Tribunal de Cuentas de la provincia entre 2008 y 2012. Entre 2012 y 2014 estuvo al frente de la cartera provincial de Trabajo; y entre 2014 y 2016 presidió el Tribunal de Cuentas de la provincia, una designación cuestionadísima porque el Ejecutivo provincial de entonces no llamó a concurso público, tal como manda la Constitución reformada de 2008. “Eso alcanzaría para derribar imputación”, acotó después.

Durante su alegato, aseguró que no favoreció ninguna contratación de las empresas de Cardona Herreros. “Revoqué una licitación porque no fue publicada en un diario de tirada nacional”, señaló.

Dijo que no cobró coimas y que no hay prueba de tal cosa. “Cada vez que supuestamente fui a cobrar una coima, estaba en otro lugar”, aseguró. “A los mensajes del 815 no los enviaba yo. Yo no estaba donde dicen los mensajes que estaba”.

Sostuvo que la prueba en su contra e “ilegal, escasa, débil”. “Mi pedido de sobreseimiento está vinculado a las sospechas irrazonables de Fiscalía sobre mí persona. Debo ser el único imputado que en lugar de beneficiar a Cardona, lo perjudiqué. Cardona no recibió información privilegiada de mi parte, no hay comunicación con él. No hay prueba que justifique que yo era parte de un plan de negocios, o que participaba de tal cosa. No conocía a Cardona, sus empresas ni sabía que contrataba con el Estado. Tampoco hay documento indebido firmado por mí. No hubo irregularidades y  no hay constancia de que Smaldone se interesó en beneficiar a las empresas”.