El ex intendente de Gualeguaychú, ex legislador y dirigente de Entre Todos Entre Ríos (ETER), Emilio Martínez Garbino, analizó la realidad política tras la ratificación de la condena a la ex Presidenta, Cristina Fernández, por parte de la Corte Suprema.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza 94.7), Martínez Garbino opinó que “la Justicia habló y fue contundente, porque fueron 17 años de un proceso judicial donde el periodismo fue el principal actor y jugó un rol importantísimo porque fue marcando la cancha para que la causa no se adormeciese. Fue un proceso con altas y bajas, hasta que habló la Justicia en su máxima expresión, la Corte Suprema, y punto”.
“A pesar de haber sido crítico, soy respetuoso del fallo y entiendo que está muy bien fundamentado, pero no quiero ser partícipe de un canibalismo político y social para sacar provecho y utilizarlo después como grandes excusas. Más allá de si uno está de acuerdo o no con las movilizaciones, lo cierto es que se ve en los grandes medios nacionales y en el propio gobierno nacional, aunque no se expresa explícitamente, que quieren exacerbar algunas cuestiones que lo único que logran es agrietar más a la sociedad argentina, y no estamos para eso. A veces hay que soportar muchas cosas si tenemos como fin último lograr que la Argentina encuentre una senda de unidad con acuerdos sustanciales para salir de la situación en la que está. Y los que están en la vereda de enfrente aprovechan todo esto para justificar algunas cosas que se hacen y que pasan desapercibidas para el gran público aprovechando este escenario de espectáculo”, reflexionó.
Planteó que “hay dirigentes opositores que pretenden hacer leña del árbol caído y también internamente es lamentable ver a muchos dirigentes del PJ que en el fondo lo que quieren es ver quién se queda con la herencia”. Deseó que “ojalá esto pase rápidamente porque Argentina tiene urgencias, y este gobierno se ha venido sosteniendo con algunos logros como bajar el déficit fiscal y el combate de la inflación, que ha penetrado y lo ha incorporado en la sociedad como algo propio”. “Estoy casi seguro que cuando haya un recambio de gobierno no se va a poder salir de esa línea porque la gente ya percibió en concreto qué significa tener índices de inflación altos y no tener control sobre la misma. Si a esto se le agrega que el fantasma de Cristina era un fundamento ad origen de la presencia de Milei, por el temor a lo otro, nos estamos moviendo en mucha fragilidad”, agregó.
Por otra parte, sostuvo que “la Justicia también está en el banquillo de los acusados, pero este fallo de la Corte –se quiera o no- va a tener un efecto cascada porque va a obligar a las justicias provinciales a poner las barbas en remojo y a acelerar algunas causas emblemáticas que están presentes en cada jurisdicción provincial”. Se manifestó “convencido” de que “este efecto cascada va a llegar también a Entre Ríos, y tiene que hacerlo, para que realmente la justicia penal, que es la más cuestionable en nuestra provincia, también accione en función y en sintonía con lo que, quizás, pueda ser una nueva época”.
En este contexto, advirtió: “Reconozco los logros económicos de este gobierno, y que le ha dado un capital político importante, más frente a una oposición fragmentada, inexistente, sin jefaturas ni referencias políticas claras. Pero lo que veo es el peligro en el que está la democracia argentina, que hasta ahora ha demostrado cierta fortaleza; más allá de los avatares económicos y los desmanejos políticos y gubernamentales que han existido en los 40 años, la democracia ha sido el único horizonte de política de Estado que tenemos, que la dio el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín”.
Respecto de esos peligros de la democracia, explicitó que “la democracia tiene dos pilares fundamentales, la Justicia y el Congreso, que es inexistente, lo desconoce este gobierno y lo ningunea, y los legisladores son parte del espectáculo. Lo mismo pasa con los partidos políticos, que los están pulverizando. Nuestro sistema democrático tiene reconocimiento constitucional; yo abogo por un renacer del peronismo con otro formato, no con el que hemos conocido que ha sido una caricatura grotesca y perniciosa, y por un radicalismo que es fundamental, pero está fragmentado. Cuando no existen los partidos políticos, el Congreso es inexistente y tenemos una justicia muy vulnerable, se llega a poner en peligro a la democracia. La democracia no solo necesita de comicios e instituciones, necesita que haya demócratas, que haya gente que levante la voz”.
Martínez Garbino planteó también que los resultados económicos del gobierno nacional “tienen un costo tremendo, nada es gratuito. Pero si estas medidas de orden se hubiesen tomado en 2003, en otra etapa de la sociedad y la económica argentina, época de bonanza y de vientos de cola, el costo hubiese sido mínimo. Este es el mea culpa que tiene que hacerse la política, que por no querer pagar ningún tipo de costo se dio al facilismo y al despilfarro, y así originó la llegada de un gobierno como el que hoy tenemos y a estas políticas”.
“Por eso, no echemos solamente culpa a estas políticas duras de hoy sino también a quienes causaron y llevaron a que esto suceda. Y hoy lamentablemente se levantan voces que fueron responsables de todo esto hasta hace uno o dos años, que ocuparon cargos muy importantes y hoy son voces críticas de todo lo que se está haciendo y aparecen diciendo cuál es la solución. Fueron parte y siguen siendo parte del problema, y eso es lo que la sociedad rechazó en las elecciones en que eligió a Milei, el hartazgo. Y hoy hay una novedad que se está viendo en las últimas elecciones que es la ausencia de votantes; antes el enojado se iba a la vereda de enfrente, hoy no, directamente se retira de las dos veredas y queda afuera, y hay una parte importante de la sociedad que considera que la casta también integra este gobierno, y que ni lo que hubo ni lo que hay soluciona las cosas, y hay una orfandad para ese sector de la sociedad que es cada vez más numeroso”, concluyó.