El presente de la selección femenina en la AmeriCup U16 de Irapuato, México, ilusiona. Con juego, carácter y un fuerte sentido colectivo, el equipo comenzó el torneo con paso firme y señales evidentes de crecimiento, incluso desafiando a protagonistas tradicionales de la región. La propuesta se apoya en una identidad clara, en la intensidad defensiva como bandera y en la entrega como punto de partida.

El cruce ante Venezuela también trajo consigo una cuenta pendiente, cuando hace apenas un tiempo sufrieron una ajustada derrota frente al mismo rival en las semifinales del Sudamericano U15: “Este segundo puesto nos da más confianza, es un premio para el grupo. El año pasado habíamos perdido con ellas y demostramos que, si jugamos de esta manera, estamos para más”, expresó la entrerriana Santina Cherot Magri.

La selección alcanzó un récord de 2-0 en la fase de grupos, asegurando al menos el segundo puesto. En ese sentido, la base nacional resaltó la preparación constante del plantel y la unidad como pilares para este rendimiento colectivo: “Nos preparamos igual para todos los partidos. Seguimos lo que nos pide el cuerpo técnico, dejamos todo y estamos muy unidas”, reflexionó la juvenil nacional durante su charla con Prensa CAB.

En esta última presentación, la entrerriana volvió a ser determinante con una planilla completa: nueve puntos, 11 rebotes, seis recuperos y cinco asistencias. Con ese aporte constante se posiciona entre las dos mejores asistentes (promedio de cinco) y recuperadoras (promedio de seis) del torneo continental, en ambos casos por detrás de las norteamericanas Morghan Reckley y de Ivanna Wilson.

Y detrás de la entrega diaria, hay algo mucho más profundo: “Estoy muy feliz, porque mi sueño desde chica era jugar en la selección. Ponerte esta camiseta y cantar el himno en estos torneos es un orgullo enorme. Es lo más grande que te puede pasar como deportista”, agregó la MVP de La Liga Federal Formativa U15 del 2024.