Por Beatriz Arbasetti (*)
Especial para ANÁLISIS
Una vez más se viralizó una de las tantas manifestaciones discriminatorias en las que incurre con frecuencia el ahora presidente Milei.
Adjudicando al gobernador de Chubut un rostro con rasgos de Síndrome de Down, incurre en un acto de discriminación flagrante. En particular, desde As.Pa.Si.D. lo rechazamos de plano y nunca cesaremos de repudiar cualquier apreciación de esta naturaleza hacia nuestros hijos. Señalemos de paso, que Milei en ningún momento hasta ahora se ha pronunciado sobre la discapacidad, que afecta a más del 12% de la población.
Más allá de la violencia episódica, su intolerancia y descalificación del otro, reflejan incapacidad para la argumentación conceptual que hace a la crítica. Más aun, Milei cancela a su interlocutor despreciando su opinión, lo insulta y lo agrede.
La cuestión de fondo es ese giro distintivo, que favorece el diálogo fecundo, la crítica franca, el consenso necesario y el respeto por el otro, cualquiera sea su condición.
Dicha actitud resulta indispensable para quien conduce los destinos de la Nación en una etapa tan conflictiva como la que transitamos.
Sin embargo, quien se dice liberal y defiende la libertad a ultranza, va a contracorriente cada vez que habla. Es lamentable este proceder en quien ejerce la máxima investidura de la República Argentina.
(*) Profesora. Presidenta de la Asociación Paranaense de Síndrome de Down (Aspasid)
