Agentes especializados de la Aduana, apostados en la zona de la Triple Frontera, en el puerto de la localidad de Puerto Iguazú, desarticularon una maniobra integrada por nueve vehículos que intentaban contrabandear 10 toneladas de plomo y ocho toneladas de cobre hacia Paraguay.

Todo comenzó cuando un ciudadano paraguayo se presentó ante el control aduanero con intención de egresar de la Argentina para ir a la ciudad de Presidente Franco, en el país vecino. Consultado sobre si tenía mercaderías para declarar en el vehículo que llevaba matrículas de su país de origen, respondió que no, que solo llevaba un poco de basura que había olvidado descargar en su domicilio.

El personal aduanero inspeccionó el baúl y constató que lo que el conductor llamaba basura era en realidad una importante cantidad de metal pesado.

Sin embargo, pronto el procedimiento tendría más novedades, ya que los ocho automóviles siguientes estaban en la misma situación, confirmando así una caravana.

En efecto, pesada la mercadería hallada en los nueve vehículos, se registraron 10 toneladas de plomo acondicionado en bloques y 8 toneladas de restos de cables y caños cobre. El valor total en plaza de la mercadería alcanza la suma de $7.099.166,80.

La Aduana procedió al secuestro de la totalidad de la mercadería, ya que la cantidad detectada permitía presumir que estaba siendo exportada con fines comerciales, suponiendo una transgresión al régimen de equipaje. Esto constituye una infracción en los términos del artículo 979 del Código Aduanero y, en ese marco, podría caber una multa de $21.297.500,40.