Un hombre recibió cuatro años y tres meses de prisión efectiva por transporte de droga. Lo detuvieron el año pasado en la ruta 14, en Paso Cerrito. Contó su historia sobre cómo llegó a esta situación.

En una de las principales rutas del narcotráfico del país que atraviesa Entre Ríos de norte a sur, un hombre fue detenido el año pasado con 90 kilos de marihuana. Llegó a un juicio donde decidió confesar, contar su historia y acordar una condena. Recibió cuatro años y tres meses de prisión.

Se trata de O.F.R., de 44 años, oriundo de un barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En la madrugada del 30 de octubre de 2022, salió de Posadas (Misiones) al mando de una camioneta Renault Oroch. Poco antes de las 9 de la mañana iba por la Ruta Nacional 14 hacia el sur, y cuando ingresaba a la provincia de Entre Ríos, los policías del puesto caminero Paso Cerrito (departamento Federación), le hicieron señas para que detuviera la marcha. En el habitual procedimiento, el perro detector de drogas marcó que el vehículo podía llevar sustancias ilegales en la parte trasera.

Los efectivos hicieron bajar al conductor y tras requisar el rodado encontraron 130 ladrillos de marihuana, que pesaron en total casi 90 kilos.

El hombre no tenía muchas más opciones que confesar y firmar un juicio abreviado para evitar una pena mayor tras un debate oral. El fiscal general José Ignacio Candioti y el defensor público oficial de O.F.R., Mauricio Zambiazzo, llegaron a un acuerdo, que fue presentado al Tribunal Oral Federal de Paraná, integrado en forma unipersonal por Noemí Berros. En la audiencia, el procesado dijo, sin más: “Cometí un error. Quiero cumplir mi condena porque soy culpable”.

Mensajes y un altísimo e inusual THC

En el fallo al que accedió PlazaWeb se destacan varias cuestiones. Por un lado, los mensajes de WhatsApp que encontraron en la pericia al celular del imputado. Por ejemplo, un desconocido le contó acerca de un procedimiento en el cual Gendarmería allanó a la banda, según la transcripción textual:

“Amigo el facu nos mandó re en cana, el facu boludo re encana. No puedo igual, lo agarraron con una pistola, un 357, la camioneta melliza de Carlitos y 400 gr del blanco, y entonces, qué hizo, lo mandó en cana a Néstor, por eso lo allanaron. El allanamiento era para mí, para él, otro pibe y una piba, y ahí agarró y lo mandó en cana al gordo que tenía mis cosas guardadas. Al gordo lo c… a palos de las 15.30 de la tarde a la 1.30 de la mañana. Dame, decime dónde están las cosas dale HDP dale. La Gendarmería está enterada y quiere las cosas que están guardadas, dale que el flaco te mandó re en cana y el gordo decía ‘no, que yo no tengo nada que ver, suéltenme…’.

Unos pocos días antes de ser detenido, O.F.R. le dijo a una mujer: “Sí ma, la camioneta mía está allá, está en coso, está Paraguay, ya está preparada, quieren que me vaya esta noche éstos, hace dos días está, por eso me llamó”.

Un audio de un hombre le decía al ahora condenado: “Sí, despreocupate por la plata ésa, yo ya la tengo guardada, tengo los lugares. Tengo dos frizzer, voy a entregar 40 por un lado, 40 por otro lado. Lo único que te pido es que sean iguales que la vez pasada, no me traigas mezcla de nada, así laburamos mejor… yo la voy a sacar rápido. Yo laburo con la piba ésa, y tuve que ponerle para el abogado también. Pero igual viste cómo son, la Pachi también está en cana, la agarraron con toda amigo, con toda, no sabés lo que son. Pero bueno hay que seguir laburando”.

Otra cuestión que sorprendió fue el resultado de la pericia química sobre la droga secuestrada: la marihuana presentaba una concentración entre 8,31% y 11,47% de THC. Esto fue subrayado por la jueza Berros, quien escribió en la sentencia: “No puede prescindirse de valorar la muy alta concentración de THC, inusual en este tipo de presentación (hierba) de la marihuana, que ronda habitualmente el 5%, indicativo de la alta calidad del tóxico prohibido”.

Consumo, deudas y narcotráfico

En el expediente quedó plasmada la declaración de O.F.R. ante el Juzgado Federal de Concordia, en la cual se observa la realidad de muchos de los que caen en el negocio del narcotráfico. Problemas personales, adicción, deudas y un camino para saldarlas con ofertas “imposibles de rechazar”. A continuación, extractos del relato:

“Soy adicto, y tuve depresión por la cual intenté suicidarme… Empezó el quilombo cuando falleció mi hijo, empecé a ser adicto, la plata no me alcanzaba, me endeudé, y no sabía de dónde sacar plata, y entonces hice este viaje. Me empezaron a apretar, estos aprietes consistían en decirme ‘vení, tenés que pagar la cuenta’, luego apareció la rueda toda cortajeada con una navaja… La deuda era de un millón y medio de pesos. A quien le debía le decían el Patrón en Misiones. A la carga la tenía que dejar en la camioneta con la llave, yo me iba a la Villa, me llamaban para devolverme la camioneta. La camioneta es de titularidad compartida. Me amenazaban con la familia, que me iban a hacer algo. El que se llamaba Patrón, cambiaba el número cada tanto y distintas personas lo llamaban. Ellos me daban la camioneta, yo la llevaba y la dejaba ahí nomás. En Santo Tomé me dí cuenta que me faltaba la rueda de auxilio y también en el peaje de Mocoretá, porque la Policía me dijo que faltaba ya que se tiraron abajo a revisarme todo, si ves las fotos abajo está toda cortada la camioneta, ellos me dijeron que me iban a cargar en la rueda de auxilio y la parte de la rueda de atrás, yo cuando en el control de Paso Cerrito me chequearon y dije dónde estaba”.

“Yo dejé la camioneta en Eldorado y de ahí me la llevaron a Posadas, pasan por el río, no recuerdo nombre ni calle, es todo monte. Yo no la cargué, no sabía el contenido ni qué me cargaron, cuando me preguntaron yo dije en el panel, en la parte trasera y en la rueda de auxilio que al final allí tampoco estaba. Yo estaba endeudado, el mismo Patrón me empezó a ofrecer. Me amenazaba para que le dé la plata y él mismo me ofreció para hacer esto. El que me daba la plata era quien estaba autorizado para conducir. La deuda era de un millón y medio por la droga que yo consumía y por la deuda de la camioneta. Mi hijo falleció hace tres años, 21 años cumpliría ahora. Lo único que pido es, si me condenan, estar cerca de mi familia”.

(Fuente: PlazaWeb)