La Escuela "Esteban Echeverría" de Colonia Stauber recibe a cinco niños de segundo y cuarto grado que hoy tienen serias dificultades para el aprendizaje a distancia.
La directora de la escuela de personal único N°59 “Esteban Echeverría” del Departamento Gualeguaychú, Claudia Monti, contó las dificultades que atraviesan para poder brindar clases desde la virtualidad en el contexto de pandemia.
La Escuela N°59 “Esteban Echeverría” está ubicada en Colonia Stauber, a 20 kilómetros de Larroque y a unos 7 kilómetros de Irazusta. Concurren cinco alumnos: dos de segundo grado y tres de cuarto grado. En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Monti contó que el ingreso al establecimiento es por la ruta 51 que “ahora está hermosa, aunque el año pasado pasamos casi 15 días sin poder entrar a la escuela porque no había caminos”.
La docente trabaja además en la escuela secundaria de Alarcón, a 25 kilómetros de Larroque, donde el ingreso es por “caminos muy malos y los chicos vienen desde lugares más lejanos, con conectividad casi cero”.
En este contexto, sostuvo que estos 100 días de pandemia y aislamiento social fueron “con mucho trabajo, complicado por el tema de conectividad con los chicos de las dos escuelas”.
“En el secundario mandamos las actividades por WhatsApp, pero nunca se pudo hacer videollamada con lo cual mandaban las actividades también por WhatsApp cuando lograban conectarse, dándoles mucho tiempo para que las pudieran realizar. Con los chicos de la primaria viajo hasta la tranquera del campo y les dejo las actividades semanales, y ellos me dejan las tareas para corregir en la puerta. Las mamás me hacen consultas por Whatsapp, les mando alguna explicación pero no podemos hacer videollamadas por la falta de conectividad”, describió.
En cuanto al aprendizaje logrado con esta modalidad virtual, la docente analizó que “los chicos de Larroque, de la ciudad, pueden tener un avance pero en los chicos del campo lo veo muy lejano”. “El chico en la ciudad le manda un WhatsApp a otro compañero, otra mamá lo ayuda, pero en el campo es muy difícil porque los papás recurren al maestro cuando pueden conectarse y es muy difícil”, comentó.
Como ejemplo, mencionó: “En cuarto grado tenemos que enseñar las divisiones y a las mamás se les dificulta, entonces tuve que enviar videos explicando pero no me resultó para nada fácil. Avanzar en las escuelas rurales es muy difícil; se hizo y se lograron muchas cosas, pero fue muy complicado”.
En tal sentido, analizó que “mientras no sea un chico de terminalidad, de un 5° año de secundaria o un 6° grado, los docentes ya nos hemos habituados en la escuela rural que pasan un montón de días en que no se puede ir a la escuela y entonces se articula con el profesor del año siguiente para afianzar los temas o continuar lo que no se dio. Hay que adecuar las planificaciones y programas a lo que se pudo dar”.
Al respecto, opinó que “lo que plantea el ministro (de Educación, Nicolás) Trotta sobre cómo comenzar las clases me parece una utopía terrible, porque habla del distanciamiento pero en las escuelas de Larroque no hay espacio físico, las aulas son muy pequeñas y hay un montón de alumnos”.
Desde hace dos años, Monti es personal único y relató cómo es una jornada escolar: “Las clases inician 8.30 pero yo llego 7.30 para limpiar y preparar todo; voy dejando todo listo porque en el primer recreo les doy el desayuno y entonces en la primer hora les dejo actividades que ellos puedan resolver mientras yo preparo la leche, el té, café o el mate cocido. Además se les da una galleta entonces paso todas las mañanas por la panadería y las llevo a la escuela”.
“Para solventar esto la escuela recibe el programa RAM, que durante 2019 eran 1.800 pesos por mes para el desayuno de los cinco chicos, pero obviamente que no alcanza entonces la mayor parte lo pongo de mi bolsillo”, refirió. Contó además que "en marzo junto con mi marido y alguna mamá pintamos la escuela, y con ayuda de la comuna de Irazusta en la mano de obra; pero le falta el cielorraso con lo cual en verano hace mucho calor y en verano hace mucho frío".
En tanto, agregó que “la actividad es hasta las 12.30 y dos días a la semana, por la tarde, viajo a la secundaria de Alarcón” y planteó que “hoy utilizo la impresora de mi casa, pago internet, pago teléfono, las fotocopias, el material para hacer los actos escolares, hay que conseguir alguien que me edite los videos”.
“Ahora también nos exigen hacer la Feria de Educación a distancia, que me puso muy mal porque no manejamos bien Internet, tenemos que exigirle otra cosa extra a los papás que hoy están en el primer escalón de la educación, porque mis alumnos son chiquitos y no pueden hacer las cosas solos”, concluyó.