El ex intendente de Gualeguaychú, ex legislador y dirigente de Entre Todos Entre Ríos (ETER), Emilio Martínez Garbino, analizó la realidad política argentina y provincial, y valoró el reconocimiento partidario de su sector denominado ETER.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Martínez Garbino apuntó que se trata de “un grupo de peronistas que en su momento tomamos la decisión de un armado provincial por fuera de lo que se conocía como justicialismo o kirchnerismo, y creíamos que la opción más valedera para Entre Ríos era la que encarnaba Rogelio Frigerio y por eso acompañamos ese proceso electoral que terminó consagrándolo como gobernador”.  

De todos modos, aclaró que “en Entre Ríos no es Juntos por el Cambio, sino que se llama Juntos por Entre Ríos, porque fue una condición de que era un armado pluralista, donde cada uno conservaba su identidad, su origen y había que respetarlo. Pero lo hicimos como un grupo porque no teníamos una estructura partidaria reconocida; hoy estamos en vísperas de lograrlo, tiene que salir la decisión porque días pasados se hizo la audiencia correspondiente en Paraná y no hubo objeciones. Calculo que en el transcurso de esta semana vamos a tener la autorización, y eso le da a este grupo mayor visibilidad, mayor identidad y una mayor independencia, en un momento tan difícil para la política en general y en particular”.

En tal sentido, definió: “Nosotros somos peronistas, no hemos dejado de serlo y nos asumimos como peronistas, pero tenemos una visión del peronismo diametralmente distinta a los que han intentado representar al peronismo en los últimos 20 años de la política argentina y de la provincia”.

Consultado por la polémica suscitada con el ex gobernador Alberto Fernández y la posibilidad de que ETER pueda acudir en auxilio del peronismo, Martínez Garbino sostuvo que la propuesta “es rescatar valores, rescatar historia y la posibilidad de un proyecto a futuro. Reconocemos que es extremadamente difícil porque no es solamente el tema de cómo se encuentra el peronismo o el radicalismo, sino cómo se encuentra la política en la Argentina”.

“La grieta hoy no es peronismo-antiperonismo, radicalismo-antiradicalismo ni kirchnerismo-antikirchnerismo, la grieta es política y antipolítica. Están tratando de convencer a la sociedad argentina de que la causante de todos los males es la política, y esto es muy peligroso porque es un tema cultural. Y es difícil de afrontar, pero hay que resolverlo con valentía, hoy más que nunca hay que reivindicar la política y esto es una tarea y una obligación de todos los políticos, más allá de las pertenencias partidarias”, analizó.

Y agregó que “lo de Alberto Fernández es un hecho totalmente condenable, lamentable, parece una de las mejores series turcas de la televisión, pero eso se replica a lo largo y a lo ancho del país en distintas formas, porque esto es una expresión del abuso de poder, de la impunidad, de que no les importa lo que pueda opinar la gente. También ese abuso de poder se manifiesta cuando el que detenta el poder cree que puede designar sucesores, poner a sus hijos o su señora en cargos públicos. Y esto lo hemos vivido también en Entre Ríos y en todo el país hay ejemplos a raudales de expresiones de abusos de poder. Por eso no me llama la atención de que salte esto, porque es la cuasi culminación de un proceso de la Argentina de la prostitución que se ha hecho del uso de la política”.

Respecto del proyecto de reforma política y electoral que encara Frigerio, el dirigente consideró que “está totalmente de acuerdo, porque en esta época de la robótica y de la tecnología que todavía estemos de forma artesanal eligiendo a quienes nos van a gobernar es un disparate. Hace tiempo se intentó corregirlo, pero no se logró porque hay intereses que lo impiden, que tratan de desnaturalizar el voto de la gente con un sistema electoral arcaico y remanido”.

Opinó que “hay que rescatar a los partidos políticos, tienen que monopolizar la selección de sus candidatos a través de internas que deben ser controladas por la Justicia Electoral, y a partir de ahí hacer la mejor oferta electoral. Si se hubiesen respetado las internas abiertas y simultáneas –y fue uno de los motivos por los cuales nos alejamos del peronismo-, que fueron muy buenas en el peronismo entrerriano, pero cuando empezaron a arrojar resultados que no terminaron de conformar a los que se consideraban los jefes, terminaron prostituyéndose. La Ley Castrillón es producto de todo eso”.

En tal sentido, resumió que “es bueno, estoy de acuerdo en que se avance en la reforma política, por ahí no se logra todo lo que uno desea, pero va a ser un paso adelante”.

También manifestó su acuerdo con la propuesta de definir por ley la fecha de elecciones, porque “eso les daría mayor certidumbre a todos, porque con las fechas se jugó y se especuló mucho, de acuerdo a la conveniencia del momento, al estado de animo de la población se fijaba la fecha. Y eso no puede ser una facultad discrecional de quien gobierna, sino que tiene que estar prefijado”.      

“La reforma política tiene que ir acompañada de otra reforma más profunda, como por ejemplo que las elecciones a intendente tienen que estar totalmente despegadas de las elecciones a gobernador y a Presidente. Hay que terminar con el efecto arrastre”, acotó.    

“Entendemos que el peronismo puede dar mucho todavía, en una actitud pluralista, de conformación de frentes, pero con conceptos mucho más modernos. Rescatando el profundo humanismo que significa el peronismo en sus valores esenciales de compromiso, de humildad, y cómo se traduce eso hoy en una sociedad tan materialista e individualista. Para eso hay pasos, como rescatar a los partidos políticos, porque el peronismo y el radicalismo no van a desparecer por decreto, por más que se los acuse de ser casta, porque el peronismo y el radicalismo forman parte de nuestra cultura, de nuestro ADN. Podrán pasar momentos muy oscuros y difíciles como hoy, pero volverán a nacer y para eso se necesitan dirigentes capaces y creíbles. Por experiencia creemos que todavía es posible y que los partidos políticos son necesarios, porque incluso tienen reconocimiento constitucional. En esa línea tenemos un trabajo muy arduo hacia adelante, y por eso este reconocimiento judicial nos tonifica y nos permite poder avanzar en ese trabajo, con mucha independencia. Nosotros acompañamos el gobierno de Rogelio Frigerio que llegó y sigue con buenas intenciones y ha hecho cosas importantes, por lo menos sacando de la escena cotidiana los escándalos públicos, el desmanejo de los fondos públicos. Son datos importantes que hay que reconocer, pero no alcanza con las buenas intenciones, hay que cumplir las expectativas de transformar la provincia, y a veces las buenas intenciones nos las acompaña el entorno, y a eso hay que marcarlo”, concluyó.