"Trasante termina muerto con un disparo en la cabeza en una ejecución directamente vinculada a organizaciones criminales, porque no fue un hecho de inseguridad ni un intento de robo sino que fue una ejecución con dos sicarios, y eso generó preocupación porque se rompieron todos los limites", afirmó De los Santos.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.