Es probable que la reunión convocada anoche por Alberto Fernández haya servido además para exponer de manera menos colérica pero igualmente directa el enojo por el desastre de las largas colas en las puertas de los bancos, a pesar del aislamiento social frente al coronavirus.
La intendenta de Paraná, Rosario Romero, se manifestó preocupada por la situación del transporte público, los servicios como el agua potable y las realidades hirientes por la falta de alimentos en muchos hogares.
La mala distribución de la tierra o, dicho de otra forma, la concentración al extremo, no es nueva en Entre Ríos. Y es un debate que será necesario dar en algún momento.