Cada 30 días, con la acreditación de los sueldos pagados entre diciembre de 2013 y mayo de 2015, Domínguez se quedaba con una porción de lo que debían cobrar empleados de la Cámara Alta. Un peritaje contable determinó que Domínguez transfirió a su cuenta personal la suma de 260.500 pesos. Por ello fue procesado por el juez Marcelo Martínez De Giorgi en enero pasado.

El caso se inició por una denuncia que presentó Juan Carlos Salerni, director de Asuntos Jurídicos del Senado de la Nación, luego de que se realizara un sumario administrativo contra Domínguez.

En julio de 2015 y durante la presidencia del Senado que ejercía el entonces vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, se inició el sumario administrativo. Las actuaciones comenzaron a partir del post de un usuario de Facebook en el que denunciaba que Domínguez desviaba fondos asignados a los sueldos de los empleados del Senado a su cuenta personal. El sumario se cerró en 2016 ya con Gabriela Michetti a cargo de la Vicepresidencia de la Nación y de la del Senado.

Cuando se hizo el sumario administrativo se determinó que Domínguez les quitaba dinero a empleados -ñoquis ellos- quienes ni siquiera chequeaban el importe que debían cobrar. Pero la estafa quedó al descubierto cuando le quitó dinero –por error tal vez- a una verdadera empleada quien, preocupada por la pérdida de dinero, llevó adelante el reclamo.

El testimonio de esa empleada damnificada por Domínguez fue fundamental para probar el delito. La mujer le reclamó a Domínguez que le faltaban 8.100 pesos de sus sueldos cobrados entre abril de 2014 y mayo de 2015. Cuando fue con su reclamo a Domínguez, el encargado de la contaduría le prometió una rápida solución. A las 48 horas la empleada había recibido en su cuenta sueldo una transferencia por el faltante. La había hecho Domínguez desde su cuenta personal.

Se estableció que Domínguez alteraba un archivo digital para desviar fondos que les correspondían a otros empelados hacia su cuenta. Nunca modificaba el monto total que se enviaba desde el Senado al Banco Nación para el pago de los sueldos. El caso no habría sido descubierto si no fuera por el anónimo y porque un par de empleado notaron el robo hormiga de sus sueldos.

En el requerimiento de elevación a juicio que difundió Infobae, Picardi señaló que “… es válido afirmar que Domínguez desafió el mandato a él otorgado, ya que hallándose designado con la función de Director de Contaduría del Senado de la Nación, al menos en el período imputado, desvió parte de los fondos que debía administrar hacia sus arcas personales, violando de tal modo los deberes a su cargo y generando un perjuicio al erario público. Y digo "al menos", ya que la dificultad de la tarea emprendida, en virtud a la cantidad de personal del Senado de la Nación argentina -más de 5.000 agentes en aquel momento- y la complejidad del análisis de la información, impidió establecer correspondencia sobre las sumas restantes, desconociendo la totalidad de los agentes a quienes se les retuvo ilegítimamente parte de sus haberes. Por otra parte, el período examinado correspondió desde diciembre de 2013 a mayo de 2015, ya que sólo respecto de dicho período se contó con información completa”.

Cuando fue indagado por el juez Martínez De Giorgi, Domínguez se negó a declarar. Y cuando fue procesado no apeló la decisión. Ahora solo falta que se haga el juicio oral y público.

Domínguez ingresó al Senado a principios de los 80 y trabajó en el área de contaduría desde el 26 de junio de 2008 hasta el 12 de febrero de 2016, cuando fue suspendido. Luego estuvo de licencia médica y actualmente se desempeña como personal de seguridad los fines de semana. Si llegara a ser condenado – explican fuentes del Senado- será exonerado.