Con una buena versión de Ángel Di María, Argentina no necesitó tanto de la creación de un apagado Lionel Messi ni de la calidad de Javier Pastore para superar a un rival débil que poco pudo hacer ante el potencial de los futbolistas argentinos, quienes, por momentos, dieron la impresión de levantar el pie del acelerador.
Para colmo el poco clima que hubo en el estadio le dio un marco más de entrenamiento ya que el equipo caribeño, invitado por primera vez, sólo miraba cuando el equipo subcampeón del mundo manejaba la pelota y nada más impuso el físico cuando la pelota estaba cerca del arco defendido por Dwayne Miller.
Tal como se preveía, el seleccionado nacional fue el protagonista principal del partido desde el inicio. Se paró en campo de contrario, controló la posesión de la pelota y generó constantemente peligro cerca del área jamaiquina.
Con el ingreso de Higuaín, quien reemplazó al goleador Sergio Agüero, el equipo tuvo una referencia en el área contraria y alguien útil para jugar de espalda y descargar para la búsqueda de espacios ante el cerrojo defensivo del rival que plantó una línea de cuatro defensores, cinco volantes y un solo atacante que también bajaba a colaborar.
No obstante, el equipo que fue dirigido desde el banco de suplentes por Jorge Pautasso, el principal ayudante del suspendido Gerardo Martino, fue paciente para manejar la pelota y la movió de un lado al otro para generar las situaciones de gol que no tardaron en llegar y se fueron repitiendo a través de los minutos.
Una apilada de Di María y un remate forzado de Higuaín daban cuenta que el gol tampoco se iba a hacer desear demasiado ya que unos minutos después éstos mismos fueron los actores responsables del primer tanto.
El ex River Plate recibió del Fideo cerca del punto penal y con una media vuelta cruzada rompió el cero en el marcador que extendió aún más las diferencias iniciales entre ambos equipos.
Luego, el equipo tuvo varias oportunidades de abrir el marcador: Higuaín definió por arriba del arquero tras un buen pase de Di María; un disparo de Messi, un mano a mano del futbolista de Manchester United que fue salvada en la línea por un defensor y un remate del mismo que fue sacado al córner por Miller.
Como sucedió en el segundo tiempo ante Paraguay, el equipo no pudo mantener el protagonismo y la fuerte presión que impuso en la primera parte. Si bien siguió dominando el trámite, no generó tantas opciones de gol y los cambios no variaron la imagen deslucida del equipo.
Incluso en el segundo período el equipo jamaiquino se adelantó varios metros, remató por primera vez al arco y merodeó el área de un inactivo Sergio Romero.
Messi se estacionó a la derecha y salvo una jugada a los once minutos no participó activamente del ataque. En dicha oportunidad, el capitán en su partido cien con la albiceleste aprovechó una mala salida de Jamaica y el adelantamiento de su arquero, se la picó por arriba pero con esfuerzo Miller la contuvo, luego no sucedió mucho más.
Argentina clasificó como líder y espera en cuartos a conocer a su rival, da cuenta Télam.