“No tenemos dudas de que no puede haber otra solución para esto que no sea la condena a prisión perpetua a todos los genocidas”, sostuvo Bosch. El abogado y también representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, explicó que como única cuestión técnica que podría considerarse en el fallo es la situación de Alfredo Chas, policía que participó de la masacre pero que su grado de implicancia está en debate, informó Chaco día por día.
“La discusión desde lo técnico puede ser si a Chas le corresponde la perpetua o 25 años por una cuestión que tiene que ver con el grado de participación de él, que incluso entre las distintas acusaciones se sostienen distintas posiciones”, comentó el letrado. De todos modos, señaló que lo importante de la sentencia “no es solo los años de prisión que se digan sino el carácter simbólico de poner las cosas en su lugar. A la víctimas, decir que fue víctima. Al genocida, genocida”.
El letrado dejó en claro que la sentencia que se dicte el lunes no será el final de un camino sino el inicio. “Con esto recién empezamos a hacer justicia”, graficó. “No vamos a poder decir que se hizo justicia hasta que no conozcamos la identidad de todas las víctimas, no podamos juzgar a todos los victimarios y no encontremos el destino final de aquellos que faltan. El ejemplo tan cercano es el de Fernando Piérola que Amanda (Mayor, ya fallecida) dejó su vida buscándolo y nunca pudo velarlo. El lunes no vamos a poder decir -estamos satisfechos porque se hizo justicia- vamos a decir -se empieza a hacer justicia-. Falta y mucho”, sostuvo.
Con la del jueves, se cumplieron 59 audiencias de debate en la cuales se juzgó a los imputados Gustavo Athos, Horacio Losito, Aldo Martínez Segón, Jorge Daniel Carnero Sabol, Ricardo Guillermo Reyes, Germán Emilio Riquelme, Ernesto Jorge Simoni, Luis Alberto Patetta y Alfredo Luis Chas.
A todos los acusados se les imputan los delitos de homicidio agravado por alevosía y por el número de partícipes (Artículo 80 incisos 2 y 6 del Código Penal), en perjuicio de 11 víctimas); en concurso real entre sí y con el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por el tiempo –desaparición forzada de personas- en perjuicio de otras cuatro. En total, 15 muertes. Se estima que el 13 de diciembre de 1976, a la vera de la ruta 11, en cercanías de Margarita Belén, murieron fusilados al menos 22 militantes montoneros en un fraguado intento de fuga.
Entre las 22 víctimas de la masacre se encuentran tres entrerrianos: Fernando Gabriel Piérola, 25 años, militante de la Juventud Peronista y estudiante de Arquitectura de la UNNE; Raúl María Caire, 27 años, de la Juventud Peronista y empleado bancario; y Reinaldo Zapata Soñez, 36 años, militante de la JP y docente.