A todos se les imputan los delitos de homicidio agravado por alevosía y por el número de partícipes en perjuicio de once víctimas; en concurso real entre sí y con el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por el tiempo, más desaparición forzada de personas.

La Fiscalía pidió prisión perpetua para los nueve enjuiciados mientras que por las querellas la Liga Argentina de los Derechos del Hombre reclamó prisión perpetua por el delito de “genocidio” y la Subsecretaría provincial de Derechos Humanos, prisión perpetua a los ocho militares y 20 años al policía Chas, publicó Télam.

Si bien todavía quedan por decir sus últimas palabras tres acusados: Chas, Patetta y Simoni, el mismo lunes los jueces Gladys Mirtha Yunes, Eduardo Ariel Belforte y Ramón Luis González, pueden pasar directamente a deliberar y dictar la sentencia en este causa que duró casi un año y que por fin tendrá una resolución, tras 35 años de haber sucedido.

Quienes ya hablaron y tuvieron distintas versiones de lo ocurrido el 13 de diciembre de 1976, en proximidades de la localidad de Margarita Belén, a un costado de la ruta nacional 11, donde fueron asesinados veintidós presos políticos por integrantes de las fuerzas militares chaqueñas, fueron Losito, Segón, Riquelme, Sabol y Athos.

Losito, que desde diciembre pasado se encuentra en Buenos Aires por problemas de salud y que vio la jornada a través del sistema de videoconferencia, fue el que más se extendió en su exposición en la que acusó al “comunismo europeo, que se hizo fuerte tras la Segunda Guerra Mundial” y también a Cuba ya que según él, “el socialismo marxista-leninista-trostkista quería bajar a la Argentina”.

El 13 de diciembre de 1976, en proximidades de la localidad de Margarita Belén, a un costado de la ruta nacional 11, fueron asesinados veintidós presos políticos por integrantes de las fuerzas militares chaqueñas.

Antes de ser fusilados pasaron por la Unidad 7, la Alcaidía, y la Brigada de Investigaciones, donde fueron torturados brutalmente, en algunos casos casi hasta la muerte. Diecisiete de ellos están plenamente identificados y de los otros cinco (dos mujeres y tres varones) aún hoy no se conocen sus identidades.

La versión oficial se amparó en un enfrentamiento durante un traslado de presos hacia la provincia de Formosa, que fue ampliamente rebatida por los fiscales Jorge Auat, Carlos Amad y Luis Beníte , que pidieron prisión perpetua para todos los acusados.

En 1985 el episodio del supuesto asesinato de los guerrilleros se incluyó como caso 678 en la causa 13 abierta contra la Junta Militar y la Cámara Federal de Buenos Aires halló responsable de homicidio agravado por alevosía a Jorge Rafael Videla, y sentenció que la versión oficial carecía de verosimilitud.

El tribunal consideró que los detenidos “fueron muertos por las fuerzas encargadas de su traslado y no por elementos subversivos como oficialmente se anunciara”.