“Vinieron a fumigar con una maquinaria conocida como mosquito una soja que está a slo dos metros de la vivienda, donde mi padre tiene una pequeña granja con animales domésticos, su huerta y árboles frutales. Además el agua que consume la extrae de un pozo a balde”, relató la mujer, en una carta enviada a Mediterránea FM.
También reveló que dos días después fumigaron otro campo ubicado al norte de la granja, al lado de la casa. Se trata de “soja de otro propietario”, comentó.
“Esto afecta a otros vecinos que están en la misma situación, que en estos casos no se animan a denunciar”, sentenció.
Foto: FM Mediterránea