La última propuesta, que hoy debatirá AGMER, prevé para los cargos iniciales de nivel primario y medio del escalafón un aumento de un 20 por ciento para el mes de marzo y adelanta al mes de agosto el segundo tramo, llegando al 35 y 36 por ciento en el acumulado de bolsillo. De ese modo, el mínimo garantizado de bolsillo pasaría de los actuales 5.000 a 6.550 pesos a partir de marzo, y a 6.850 pesos, desde agosto.
Antes hubo otras cuatro propuestas: el 18 de febrero el gobierno ofreció a un aumento en dos tramos, 15 por ciento en marzo y 11,5 por ciento en septiembre, con un acumulado anual del 28 por ciento. Pero fue rechazada.
Una segunda oferta se conoció el 23 de febrero: de 5.000 a 5.730, en marzo, y a 6.450 pesos, en septiembre, con un acumulado anual del 29 por ciento. Tampoco conformó.
El 4 de marzo una tercera oferta previó llevar el salario de bolsillo de 5.000 a 6.450, en marzo, y a 6.705 pesos en septiembre, con un acumulado anual del 34 por ciento. Nuevo revés para el gobierno.
El 10 del actual, la propuesta fue pasar de 5.000 pesos a 6.495 pesos, en marzo, y a 6.750 pesos, en septiembre, una suba acumulada del 35 por ciento, que tampoco conformó. Ahora, llegó una quinta propuesta.
La conducción provincial de AGMER evitó hacer una evaluación pública de la oferta y prefirió dejar que esa resolución la adopten los 115 congresales que hoy, desde las 9, se darán cita en la sede del gremio en Colón.
De igual modo, una fuente del sindicato dijo a El Diario que “es la mejor en años que hemos recibido. No hemos tenido una propuesta mejor, y va a ser difícil mejorar esto que tenemos ahora. Estamos hablando de un porcentaje del 30 por ciento, con incorporación al básico.”. Aunque la minoría Rojo y Negro, que conduce una seccional clave y mayoritaria como es Paraná, ya reprochó la propuesta al sostener que la oferta presentada quedó desactualizada en relación al costo de la canasta básica, se paga en tramos, “no retroactiva al mes de enero y cuyas simulaciones incorporan el doble incentivo, un monto en negro que excluye a los docentes jubilados y que no está sujeto a negociación” por cuanto se trata de fondos nacionales.
La Agrupación Integración, que conduce AGMER a nivel provincial, está presente en nueve seccionales; la Rojo y Negro, en cinco; en tanto que Federal y Victoria son conducidas por agrupaciones departamentales, la Ñandubay y la Lista Blanca, respectivamente.
La tendencia anoche, de acuerdo a lo resuelto por las distintas seccionales de AGMER, se encaminaba a un rechazo a la oferta salarial del gobierno, con el pedido expreso de que se “mejore” la propuesta. La idea, decían dirigentes del sindicato, es pedir al gobierno que haya “una oferta superadora” de la actual.
En el gremio docente explicaban que un termómetro para medir hacia donde se inclinará la balanza de la votación en el congreso de Colón resulta la decisión de la seccional Uruguay, que siempre marca la “tendencia”. Y anoche en Uruguay se impuso, por escaso margen, un rechazo a la oferta.
Evaluaron que se trata de una “pobre inversión” en mejora salarial ya que se parte de “sueldos muy bajos”, y piden que haya una “equiparación” con los sueldos de maestros de Córdoba y Santa Fe y que el segundo tramo se adelante.
La conciliación vence a fin de mes
El 31 de este mes vencerá la conciliación obligatoria dispuesta por la Justicia Laboral, a pedido del gobierno, por un plazo de 20 días. La medida sobrevino luego de que los docentes dispusieran concretar un paro por cinco días. La Justicia entendió que la medida no significa el fin de las paritarias ni la intención de anular el ejercicio del derecho de huelga, sino que es “una medida necesaria de urgencia en función de la falta inminente de servicio educativo y de restablecimiento de un ámbito de diálogo que permita arribar a un acuerdo”. Una vez que concluya la conciliación, y de no haber acuerdo, los maestros quedarán en libertad de acción para retomar los cuatro días de huelga que fueron dejados en suspenso.