El acuerdo firmado en 2005 establece que la institución bancaria, controlada por el Grupo Eskenazi, establece que percibirá el 0,15 por ciento de los recursos de coparticipación federal de impuestos; el 0,5 de la masa salarial de activos y pasivos que se pagan mes a mes y el 1 por ciento de la recaudación de impuestos provinciales cancelados en ventanillas de la entidad.
La Unidad Operativa de Control del Agente Financiero (UOCAF) realizó otra estimación de los pagos que el Estado realiza al Nuevo Banco de Entre Ríos. Se denomina “incidencia económica y financiera” del acuerdo, que se compone de restar de lo pagado por el Estado las cargas impositivas provinciales que afronta la entidad financiera.
Finalmente, según consignó APF, el Nuevo Bersa en concepto de ingresos brutos y Ley Nº 4.035, aportó al erario público 23,4 millones de pesos. Si a los $ 59,5 millones que pagó el Estado se le resta esta cifra, el resultado da $ 36,1 millones y el promedio mensual de la comisión cae a tres millones de pesos.