A través de un comunicado que reproduce el diario El Día, la entidad hacer saber: “Cuando el Dr. Busti se pregunta si ¿puede convivir este crecimiento con un proceso inflacionario nunca visto?, parecería haber olvidado que en el período 1982-2002 hubo una inflación que superó el 8.000 por ciento que `pulverizó” el salario real de los trabajadores, instalando estructuralmente la pobreza y el desempleo en el país”.
En tanto, cuando se refiere a “ `una licuación del pasivo que le sirve al gobierno nacional sin inversiones´, cabría recordarle que entre 1993 y 2002 la inversión solo acompañó al Consumo (ambos indicadores crecieron a menos del uno por ciento anual), en tanto desde 2003 hasta el presente la Inversión Bruta aumentó a ritmo del 21 por ciento anual y el Consumo Privado a una tasa que supera al ocho por ciento anual, significando no solo la incorporación de millones de `nuevos consumidores´ (hasta entonces excluidos), sino también un aumento en la capacidad productiva de la industria que por primera vez en la historia permite superar el 20 por ciento del PBI a las exportaciones argentinas, dinamizando fuertemente el empleo con valor agregado”, aseveró el organismo.
“Busti plantea `¿cómo pueden crecer sin inflación Uruguay, Brasil, Paraguay, Chile?´ y quizás desconoce que el período de `empobrecimiento´ argentino (1982-2002) -consecuencia del modelo vigente en esa época- también alcanzó a Brasil, donde su Índice de Precios al Consumidor varió en más del 11.000 por ciento. Las marcadas diferencias en la magnitud del PBI de Argentina respecto de los otros países hermanos (menciona a Uruguay, Paraguay y Chile) hace improcedente responder esa comparación”, cuestionó.
“También afirma Busti que `de cada peso que está depositado en los bancos hay cuatro que están en el colchón, en las cajas de seguridad porque no hay seguridad jurídica, no hay reglas de juego claras´ y más allá de lo incorrecto de esa aseveración, por cuanto surge de declaraciones efectuadas por Mario Vicens -presidente de la Asociación de Bancos de Argentina-, quien se refirió solo al dinero depositado en plazos fijos (aproximadamente el 30 %por ciento del sistema)”, prosiguió en su refutación.
“Vale reflexionar ¿a qué tipo de seguridad jurídica se refiere?, ¿a la que su aliado (ex presidente) Eduardo Duhalde garantizó cuando dijo `quien depositó dólares, recibirá dólares´, a la de la pesificación asimétrica que benefició a algunos grupos económicos o a la que el Consenso de Washington exigió para privatizar nuestros recursos estratégicos o los servicios más esenciales?”, arremetió.
“En cuanto a que `la gente no confía´ en los bancos y para interiorizarlo en qué punto de la historia se produjo el quiebre de credibilidad, basta remitirse a un informe que produjo la CEPAL sobre la Bancarización, donde `recalca que nuestro país, dada su historia financiera pero sobre todo a raíz de la honda crisis de 2001-2002 que implicó restricciones para retirar efectivo de los bancos, la pesificación asimétrica de las imposiciones en moneda extranjera y de los créditos, como así también el congelamiento de los ahorros, representó un caso extremo de crisis de credibilidad y grado de desarrollo del sistema financiero´”, contrastó el organismo.
“Sin embargo, las políticas públicas aplicadas -junto con el esfuerzo de todos los sectores que las acompañaron- permitieron superar esa crisis y la solidez que hoy muestra el sistema financiero argentino está ratificada por las cifras que exhibe, donde se verifica que los depósitos bancarios crecieron (2003-2010) en el país el 316 por ciento y alcanzan los 366.000 millones de pesos”, afirmaron.
“La trágica aventura del modelo neoliberal en la Argentina (1976-2002), debería servir de experiencia para reconocer que la sociedad argentina merece liderazgos políticos responsables - con rigurosidad técnica de los argumentos - y no sólo discursos especulativos que buscan `minar´ la esperanza de la gente”, castigó finalmente.
El CEOP
El Centro de Estudios de Políticas Públicas es un espacio de participación plural, destinado a la formación cívica desde una concepción que comparte el proceso de transformación que propone el gobierno nacional y destinado a promover la comprensión sobre los cambios estructurales necesarios para la sociedad del futuro en el territorio común.